Breaking the Mask: The Damn Secret (Hyunknow)

El secreto maldito.

Fuertes pasos enojados se escuchaban por todo el castillo. El mármol crujiendo bajo esos zapatos lustrados se expandía cada vez más. 

El ambiente era igual de frío y asfixiante que siempre, pero Zhang Yixing no lo sentía así, solo sentía la ira que quemaba dentro de su pecho, aquella ira que amenazaba con estallar y destrozar el castillo entero.

Pero Jimin y Jin le patearían el trasero si eso llegaba a suceder.

Gruñó, cuando esas puertas enormes de color rojo oscuro se vieron al final del pasillo, rodeadas por antorchas que no expedían humo ni se apagaban.

Yixing las empujó con fuerza, haciendo que las puertas se abrieran con brusquedad, chocando con la pared de forma violenta, pero la persona dentro de la inmensa habitación ni siquiera se inmutó, siguió sentado, observando sus manos sin expresión.

El pelinegro rodó los ojos, caminando hasta que estuvo enfrente de la otra presencia, viéndolo con fastidio.

— Ahora que por fin llegaste — Alzó una de sus cejas con sarcasmo al decir aquellas palabras — ¿Puedes explicarme por qué carajos un chico llegó ayer diciendo que es mi hijo? —

El hombre sentado lo vio por primera vez, extrañado, pero Yixing se dio cuenta de la burla que brillaba en sus ojos serios. Ocultaba algo, lo conocía lo bastante bien para saberlo.

— Yo qué voy a saber, deberías preguntártelo tu mismo — Respondió sin interés, recostando su espalda en el material frío y agresivo. Yixing lo vio, enojado —

— Yo nunca le he sido infiel a Jimin, no quiero y aunque lo quisiera, no podría hacerlo debido a nuestra esencia — Se cruzó de brazos, viéndolo desafiante —

El hombre se encogió de hombros, viendo hacia un costado completamente aburrido.

— Entonces el chico debería seguir buscando a su familia perdida — Volvió a encogerse de hombros con tranquilidad. Yixing sonrió, sus labios crispando con la molestia que hacía que sus alas ardieran y se quitó el cabello de la frente —

— Ese chico es un Zhang — Dijo con firmeza. El hombre simplemente lo vio sin expresión, cosa que lo enfadó aún más — ¿Y qué es toda esa mierda de que Wonho estaba interesado en el Fenix negro? No podría ser más mentira, si los demonios Fenix llegaran a quemar Ashgoun causando la destrucción de la que le hablaron, Dios solamente chasquearía los dedos para acabar con esa especie, no nos destruiría porque no puede. —

Yixing negó con la cabeza, incrédulo al recordar toda la sarta de idioteces que habían dicho los demás príncipes y su Jimin. No había hecho un escándalo en ese momento debido a la expresión calmada de su novio que únicamente le pedía que se quedara en silencio.

— ¿Ya vas a decirme la maldita verdad, Yoongi? —Continuó, alzando la mirada hacia su hermano —

— Ellos no saben que lo que les dijeron, es mentira — Dijo Yoongi, viendo a Yixing fijamente. —

— ¿Qué rayos? — Le preguntó, al no obtener una respuesta clara, la respuesta que él esperaba —

— Tienes razón, Wonho nunca estuvo interesado en el Fenix negro. Desde el principio, Minho fue su objetivo — Confirmó, cruzando sus piernas con delicadeza —

El pelinegro frunció el ceño al escuchar aquellas palabras salir de la boca de su hermano, una cosa era sospechar muchas cosas que le resultaban incoherentes, y otra era escuchar a Yoongi confirmar sus teorías.

— Pero ¿por qué? — Preguntó Yixing, sin entender absolutamente nada.—

 Alzó la cabeza al escuchar un ruido, y vio lo que parecía ser una cola de algún animal blanco sobre el candelabro de huesos sobre el techo, pero eso no le interesaba ahora.

— Quería apoderarse de él, se enteró de su existencia y buscó miles de formas de hacerse con su cuerpo y con sus poderes — Dijo Yoongi con la misma expresión de desinterés. Yixing lo veía, incrédulo — No podía poseerlo él, tampoco ninguno de sus subordinados porque son seres angelicales, se habrían volatizado al entrar en contacto con el alma de Minho —

— Pero... — Comenzó Yixing, pero Yoongi no lo dejó hablar —

— Así que tenía que conseguir un demonio que no sintiera lealtad hacia ninguno de nosotros, que odiara tanto el infierno que hasta estaría dispuesto a destruirlo — Continuó — ¿Y qué mejor que la historia del nombre de Ashgoun? la historia de un demonio que intentó vengarse de todos y acabó recluido en mi círculo por siempre —

— La historia del Fenix negro, por eso contactó a Madok, quería a Sehun solamente para apoderarse de Minho, no de los Fenixs — Dijo Yixing — Pero no entiendo, tenía a Yeonjun, a Taehyun y a Soobin a su lado, los tres son poderosos, ¿Por qué arriesgarse tanto con Minho? —

— Porque Minho es el único que puede destruir el infierno, destruirme a mi — Respondió Yoongi al instante, viendo a Yixing —

— ¿Qué? — Preguntó, confundido. Ni siquiera él podía destruir a su hermano —

— Quiere castigarme por lo que pasó — Dijo rodando los ojos — Se enteró del nacimiento de Minho e hizo todo lo que pudo para apoderarse de él, solo quería matarme —

— Zhang Yoongi, ¿qué mierda estás diciendo? — Dijo Yixing, exigiendo la verdad de una vez por todas. Tenía una sospecha, pero era tan surrealista que ni él se la creía —

No podía ser.

— Wonho quería que mi destrucción fuera mi propia sangre — Terminó de decir con aquel toque de ultratumba, viendo a Yixing sin expresión —

Yixing se congeló, ya todo cuadraba.

La estrella en sus ojos, la soberbia escondida en su actitud. 

Su fuerza al golpearlo.

Las marcas en su espalda y en su abdomen.

— ¿Por eso has estado saliendo tan seguido? — Dijo Yixing anonadado, viendo a Yoongi completamente pasmado. No podía ser cierto — Ese es el secreto del que habla Taehyung, por eso él tiene los ojos malditos  —

Yoongi no cambió su rostro, simplemente se quedó viendo a Yixing con tranquilidad en sus ojos ámbar, observando cómo procesaba todo. Pero al parecer, su hermano lo tenía demasiado difícil.

— Es tu hijo — Añadió Yixing, volteando a ver a Yoongi completamente sorprendido — Minho es el Anticristo —

— Oh mierda — Murmuró Jeongin con sus ojos abiertos como platos, con el collar conectado a Zhang Yixing pegado a su oído, ignorando las olas rompiendo contra las rocas a sus pies —