Capítulo Final: Promesa inquebrantable

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Minho se congeló a medio camino bajando de la plataforma, viendo a Hyunjin preocupado.

Hyunjin lo observó asustado de que algo malo y peligroso hubiera complicado todo nuevamente, pero las palabras de Minho lo confundieron en demasía.

¡Byeongkwan! — Gritó asustado al recordar la expresión vacía y herida de Fenix en su mente antes de que fuera encarcelado — ¡Creo que está muerto! —

¿Quién carajos es ese tipo? — Preguntó Jeongin con el ceño fruncido, viendo a Minho como si le hubiera salido un tercer ojo —

Aún estaba sentado en el suelo, sus heridas se habían sanado pero apenas parecía procesarlo. Hyunjin lo entendía en parte, pero no tenían tiempo para pensar o lamentarse ahora, lo único que pasaba por su mente en ese momento eran las ganas desesperadas que tenía de volver a casa.

De volver a casa con Minho y volver a su vida relativamente tranquila, aunque presentía que eso no sería del todo posible.

Es Fenix — Minho negó con la cabeza y luego cerró los ojos — Me aseguraré de que esté bien —

¿De qué habla? — Preguntó Changbin aún pisoteando al hombre castaño por pura diversión, mientras fruncía el ceño debido a los gritos de este —

No tengo ni la más mínima idea — Murmuró Hyunjin, viendo a su novio que aún mantenía sus ojos cerrados, ignorando lo que sucedía a su alrededor. —

Pero tampoco iba a preguntar algo, por lo que simplemente caminó donde Madok, lo tomó del cabello con brusquedad y comenzó a arrastrarlo a la salida, ignorando los alaridos de dolor de este y dejando un rastro grande de sangre por el camino, debido a las heridas que le había hecho Jeongin y además, a la apertura en su espalda causada por Changbin.

¡Piedad! — Gritó el ahora nombrado Luhan con voz rota. Hyunjin gruñó, tirando mas fuerte de su cabello —

Si sabes quién soy, entonces entenderás que no soy muy bueno aplicando la piedad ni la misericordia — Se burló, viendo a Madok con los fríos y amenazantes. 

El chico se quedó callado, aunque seguía sollozando diciendo cosas sobre que su padre lo salvaría o algo así, y la verdad era que a Hyunjin no le importaba.






Minho abrió los ojos, extrañado al verse dentro del castillo de fuego donde había podido deshacerse del fenix rojo que lo atormentaba, castillo del cual ni siquiera sabía de donde había salido, pero tampoco pensaba pedir explicaciones, no ahora, cuando estaba tan cansado. 

No entendía qué hacía allí, inclusive pensó que no había entrado en su mente, pero la ausencia de sus amigos lo confirmó.

La habitación azul y negra parecía haberse perdido, y Minho tuvo el presentimiento de que jamás volvería a verla, no sabía por qué pero suponía que tenía que ver con el hecho de que ahora nada le impedía usar su verdadero potencial, potencial que no sabía usar, por cierto.

Se volteó con el ceño fruncido, examinando el lugar hecho de ladrillos de obsidiana unidos con magma cuando lo vio:

Fenix estaba tirado en el suelo, su aspecto demacrado seguía siendo el mismo que había visto cuando el hombre castaño tomó el control. Se mantenía completamente quieto, ni una respiración agitaba su pecho

Breaking the Mask: The Damn Secret (Hyunknow)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora