Capítulo 47: Sí, destruimos al mundo, pero no lo hacemos entre nosotros.

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Jeongin entró en la habitación de Minho y Hyunjin vuelto una furia, sin ni siquiera reparar en las dos personas sobre la cama o en su entorno.

Levántense, malditas cucarachas, hoy es un día de mierda — Gruñó Jeongin caminando de un lado para el otro sin despegar su vista del suelo de madera, aunque sintió como sus dos amigos se sentaron sobre la cama —

Su ceño se mantenía fruncido y sus ojos permanecían controlados por él mismo, por lo que estaban de su color natural. Pero cada vez que recordaba el incidente del día anterior, sus ojos se ponían de color azul, o solo uno de ellos lo hacía, dejándolo con una extraña heterocromía entre verde y azul.

¿Pueden creer que estamos en el infierno y yo estoy preocupado por un puto corazón roto? porque yo no me la puedo creer — Exclamó frustrado, pateando un trozo de madera en el suelo, antes de voltear a ver a Minho y a Hyunjin.

Jeongin abrió sus ojos como platos, el verde siendo reemplazado por el fucsia.

Minho y Hyunjin estaban sentados sobre la cama debido al escándalo que hizo en cuanto entró a su habitación, pero al parecer, se habían vuelto a dormir en aquella posición, ya que la cabeza de Hyunjin estaba sobre el hombro de Minho y la cabeza de este estaba sobre la del contrario. Ambos tenían los ojos cerrados y respiraciones calmadas, ignorantes de la forma en la que los veía el vampiro.

Y es que ambos estaban desnudos.

D E S N U D O S 

Jeongin pudo ver en primera fila los abdominales marcados de Minho y de Hyunjin antes de que sus partes inferiores quedaran cubiertas por la sábana blanca, además de las marcas en sus cuellos, incluyendo los dos pequeños puntos rosados que Minho tenía en su cuello, justo debajo de su oreja.

Y eso no era lo más sorprendente, la habitación estaba casi completamente destrozada.

Jeongin no tenía idea de cuál era esa habitación, pero la cabecera de la cama ahora estaba a un lado de la ventana, partida a la mitad. El pedazo de madera que había pateado, era una de las patas de la cama que ahora se encontraba del otro lado de la habitación, acompañada de las otras cuatro, por lo que Hyunjin y Minho habían dejado la estructura de la cama pegada a una de las paredes y se encontraban sobre el colchón, directamente en el suelo.

La mesa de noche estaba tirada en el suelo, dejando que los cajones de abrieran y las cosas sobre ella se esparcieran por el suelo.

Detrás de la cama, en la pared, habían tres agujeros grandes e irregulares que no sabía cómo diablos habían hecho, pero detrás de las paredes blancas de esa habitación se veían los ladrillos rojos y aterradores del infierno.

Tiene que ser una maldita broma — Dijo lentamente, incrédulo. Hyunjin frunció el ceño, aún con los ojos cerrados — ¡¿Destrozaron la maldita habitación teniendo sexo?! —

Ninguno de los dos se movía, simplemente se quedaron ahí sentados, apoyándose uno en el otro. No parecía importarles que Jeongin los hubiera encontrado de esa forma y que estuvieran cubiertos por esas simples sábanas finas.

Jeongin no se hubiera quejado si no estuvieran cubiertos, pero joder.

¿Qué rayos son? ¿animales? — Preguntó atónito, aún no podía creer nada de lo que veía —

Bien, él fue novio de Hyunjin por catorce años y sabía que el vampiro podía ser realmente intenso cuando se lo proponía, pero no llegando a ese extremo, aunque no sabía si debía ser porque finalmente había encontrado y mordido a su luna.

Breaking the Mask: The Damn Secret (Hyunknow)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora