Breaking the Mask: The Damn Secret (Hyunknow)

Capítulo 33: Mala suerte.

Hyunjin suspiró entrando en la habitación donde estaba Minho. Tenía un peso en la espalda literalmente, un gato blanco se le había colgado de la espalda en cuanto fue a la habitación de Minho a dormir la noche anterior

Había estado pensando mucho y la verdad, extrañaba a Minho, así que decidió ir a su habitación. Pero no esperaba que un gato blanco de ojos morados con nombre de ciudad se le colgara encima, y luego de una lucha, supo que lo mejor era rendirse completamente, el gato no se quitaría de ahí nunca.

Así que ahí se encontraba sentado en el suelo frente a Minho, no le había hablado porque Chan y Changbin se habían quedado acompañándolo sin salir ni siquiera a comer, así que pensó en también dejarlos solos

Chan desde el día en que peleó con las Hadas del cielo lo había estado viendo extraño, y es por lo que había dicho Hyuna acerca de que era más peligroso que tres oráculos juntos, lo cual era totalmente cierto.

Él obviamente no le hizo mucho caso, pero se mantuvo alejado de ellos. Así que esa fue la razón por la que no pasó nada interesante en esos días, ni en la relación de Félix y Changbin porque su hermano se la pasaba con él

Jisung también se quedaba con ellos casi todo el día, el vampiro se había dado cuenta de la tristeza en su mirada, pero el guardián no parecía querer hablar de eso, así que decidió no preguntar. Jisung se quedaba viendo por horas a Hyunjin hasta que este se cansaba y le lanzaba algo, un florero fue lo primero. A veces se preguntaba si fue bueno no decirle algunas cosas importantes sobre Jeongin, pero eso le tocaba a él

Sin embargo Chan no había intentado hablarle mal, cosa que lo sorprendió bastante ya que esperaba lo contrario, él seguía siendo amable y normal, igual que Changbin; sabía que ellos estaban sospechando también por lo del ángel al que había empujado, porque un Vampiro normal no podría haberlo hecho, específicamente el único vampiro en general que podría tener la fuerza suficiente para empujar a un ángel era él, y por eso era bastante reconocido desde el día que fue mordido.

— ¿Este gato es tuyo? — Le preguntó a Minho viendo al gato con renuencia, este solo se quedó viendo fijamente a Minho con sus ojos morados — Tengo la ligera sospecha de que tu primer pensamiento cuando lo viste es que nuestros ojos se parecen — Arrugó la nariz bajo el cubrebocas. Alzó las manos sin saber qué hacer cuando el gato se subió en sus piernas, así que, con cautela dejó suavemente una de sus manos sobre la cabeza del minino, que se acurrucó aún viendo a Minho — No nos parecemos — Murmuró —

Minho abrió uno de sus ojos divertido cuando escuchó la voz de Hyunjin. Fénix seguía acostado en el suelo negro, pero ahora tenía miles de venas rojas en su cuerpo, así como eran las negras en su cuerpo, y tenía los ojos abiertos fijos en un lugar lejano, como si estuviera muerto

Pero Minho vio una pequeña respiración y asustado, prefirió no hacer nada cuando Fénix negó levemente con una mueca de dolor, así que fue a ver a Hyunjin, que estaba igual que el otro día pero más limpio y tranquilo, además de que tenía puestos los guantes de Jaemin. Se sentó viéndolo con atención a la espera de la siguiente historia.

Agradeció que estuviera ahí porque no sabía cuántos días llevaba escuchando voces, las de Fénix y el otro hombre, estaba asustado y cansado.

— Debería aprovechar que Chan está dormido y que Félix y Changbin andan de amorosos por ahí — Se aclaró la garganta — Bueno, comenzaré con cómo conocí a Jeongin, no es una historia muy larga ni interesante, esa fue una época muy triste de mi vida, aunque no sé si la peor. Me sentía terrible por algo que había hecho, pero de alguna forma no me arrepentía, una parte de mi no es capaz de arrepentirse de sus actos, y sé que no puedo hacer absolutamente nada en contra de eso — Explicó — Sé que muchas personas deben tener peores problemas que los míos, pero en ese momento la única solución que le veía a mi vida era dejar de vivir completamente. Solo tenía a Felix y a papá, estaba asustado de mi mismo y me odiaba también, Seungmin casi nunca estaba con nosotros, cosas de Oráculos —