10: ¡Ay! Lo lamento, eso no venía al caso

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Luego de un largo viaje. Pensando. Ahora si en todas las posibles maneras en las que Marcela Valencia tomaría al verla entrar con Armando, si es que estaba consiente después del accidente. Entró en un pánico y nerviosismo interno. A su manera, claro está, Betty siempre había sido muy buena para enconder sus emociones y sentimientos.

En el camino Armando sintio a Betty nerviosa, era su intuición, aunque todo el tiempo que ella había sido su asistente, él no había sido muy empatico, ahora, se podría decir, que el amor realmente lo cambió, o quizá la desesperación de no perderla de nuevo.

No dijeron una palabra hasta el hospital, en donde las enfermeras los dirigieron hacia el pasillo donde estaba el cuarto de Marcela.

-¿¡ COMO TE ATREVES!? Venir después de revolcarte con el que iba a ser mi esposo. ¡ME LO QUITASTE Y ENCIMA DE ESO VIENES Y ME DESEAS BUENA SALUD! Debería darte vergüenza. Yo no tengo dignidad, pero tú, ¡HA! Tu la tienes por debajo del núcleo de la tierra mi amor. -Gritó Marcela Valencia parándose enfrente de Betty.

-Betty!, Betty, ¿Que hace ahí parada? venga vamos- Le dijo Armando regresandola de su trance.
-Si Doctor, ya voy.

Al entrar Daniel pegó un pequeño salto de la impresión pero al ver a Armando y a Betty lo oculto dirigiéndose a ellos.
-Vaya, vaya, todos vienen a saludar a mi hermanita, inclusive los hipócritas

-Daniel ya basta- Dijo Marcela- Hola, Armando,....Betty

Marcela estaba bastante sorprendida que Betty esté allí. No quería ser la misma Marcela agresiva que marca su terreno enfrente de todas. Queria ser más pacífica. Después de este encuentro cercano con la muerte, solo ella sabía lo que quería. Ella quería tomar el control de su vida.

-Estoy muy feliz que estén aquí

- Marcela estas bien, oí que el accidente fue fuerte -Dijo Armando

-Si estoy bien nada de que preocuparse, me darán el alta en unos días

-Me alegra de que este bien, doña Marcela- Dijo Betty

Pasaron días después del accidente, la junta había sido trasladada a un mes. A Marcela le iban a dar el alta, pero hubo un inconveniente, nadie la podría recoger, así que Roberto llamo a Armando para que la deje en su casa.
Mientras tanto los días de Betty y Armando habían ido mejorando, aún Betty no contaba nada de esto a sus padres o a sus amigas, pero lo pensaba hacer.

-Si papá ya estoy en el hospital, estoy esperando, una enfermera me dijo que la traerían en una silla de ruedas, como a todos los demás.

Marcela soltó una sonrisa leve y subió a auto, estaban callados, hasta que Marcela dijo:
- Recuerdo cómo me llevabas a casa, cuando apenas comenzamos a salir, tu siempre parabas en cada lugar posible para besarme, y nos hacíamos media hora más de camino.
¡Ay! Lo lamento, eso no venía al caso, yo solo estaba-

-Esta, bien tranquila, estas desarrollando tu memoria nuevamente, el doctor dijo que es normal.

-¿El doctor dijo eso?

- Quiero pensar que si- Dijo Armando, nervioso por tenerle que decir nuevamente que no quería tener nada más con ella, y mucho menos cuando acaba de tener un accidente en el que podría haber muerto

Ambos rieron ante la respuesta de Armando hasta llegar a la casa de Marcela. Armando la dejo en la puerta.

-No tienes porqué dejarme hasta aquí, tengo todas mis extremidades, puedo caminar ¿ves?

-Cortesía. Y no quiero que vuelvas a chocar con algo.

-Jjjaja, si, claro. ¿Recordaste los momentos que te dije en el auto?

-Si, fueron una gran parte de mi vida Marcela.

- No tienen porqué ser una parte, cuando pueden seguir pasando- Marcela se acercó hacia el cuello de Armando, pero él la esquivó.

-Marcela yo no quiero que esto termine como esos ex que se odian, quiero que seamos maduros.

-Esta bien- Se alejó - Vete yo estoy bien aquí, fue mi culpa, tal vez el accidente me hizo creer que eras un buen partido.

-Marce-

Marcela cerro la puerta y se derrumbó, ella sabía que tenía que estar tranquila y descansar, pero esa imagen de Betty y Armando juntos llegando al cuarto del hospital la estaba matando.

Sin salir de Colombia, un hombre cautivado por una mujer llama a Bogotá.

- Betty, le quería avisar que voy para allá, quería que fuera una sorpresa pero no podía aguantar. Llego mañana.




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No he podido Olvidarte_Donde viven las historias. Descúbrelo ahora