14: Alístese para ir a mi apartamento

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- Ya me escucho Doctora Beatriz - Aclaró Armando mientras se paraba enfrente de ella. Enfadado. Una mirada que se metía en sus ojos hasta tal punto de leer su alma.

- Pues - Beatriz no se intimidaria se paró derecha y siguió sus ojos - me parece muy inapropiado de su parte pensar eso. "Con el que no se ha tocado ni un pelo" - seguía diciendo finalmente rompiendo el contacto visual - Como si haber hecho...

Beatriz calló. Su oración se completaría con un, "Como si haber hecho el amor con usted significa idolatrarlo y no poder compartir una palabra con otro ser humano sin su autorización", pero su pulcro lenguaje no se lo permitía. Normalmente en su casa le enseñaron a que de eso no se habla en casa. Lamentablemente lo tuvo que aprender de otra manera.

Armando permaneció con su mirada a ella, como si jamás hubieran roto su contacto visual. La rabia carcomía su ser, más aún pensando en los posibles finales de su oración. "Como si haber hecho.." ¿Que? ¿El amor? ¿Esta dudando sobre lo que hicimos?

- ¿Usted no me ama? - Armando preguntó. Su mirada aún esperaba que ella suba sus ojos a verlo.

Betty estaba confundida, ¿Como podría dudarlo?, Subió su mirada encontrándose con la de él.

- Yo lo amo Doctor - Dijo Betty, recordando después que el altercado que tuvieron fue por como ella lo llamaba, pero ya lo había dicho. Ya no importa.

A Armando no le importó como le llamase. Doctor, amor, vida, como sea con tal de escuchar un "te amo" al lado de ellas. Betty sin previo aviso beso sus labios suavemente. Un beso rápido.

Cuando se separaron, Armando no lo pensó dos veces y tomo su rostro y lo beso delicadamente. Mejilla, frente, labios. Se detuvo en el labio de abajo y lo mordió, suave. Betty no se resistió más y lo beso ferozmente, lo cual tomo a Armando por sorpresa.

Armando exploró con su lengua, invitando a la de Betty también. Las manos de Armando recorrían de arriba abajo hasta que la cargo y la estampó contra la pared. Betty enrollo sus piernas alrededor de él, segada por el deseo, sentía que todo en ella quemaba.
Armando la llevo y la sentó en el escritorio. Con sus labios ahora recorriendo el cuello de Betty. Ella echo su cabeza hacia atrás mientras sacaba pequeños gemidos, que se escapaban, a pesar de que los trataba de contener. Armando sabiendo que ella luchaba por ahogar sus gemidos, deslizó su mano tortuosamente hasta la falda de Betty, ingresando su mano allí, frotando la zona. Betty estaba soltando pequeños saltos, en cada toque.

-Armando -Jadeo Betty - No, no podemos, aquí.. no

Armando pensó en contradecirla. Debía cambiar en eso. Su éxtasis no lo dejaba pensar, pero Betty tenía razón. Aunque hacer el amor en un lugar público es emocionante, no podían hacerlo. Además necesito un mejor lugar para recordarle que ella es mía.

Le dio un último gran beso en los labios -alistese para ir a mi apartamento- la alzó y la puso en el suelo, un último beso y ambos salieron al garaje.

...


- ¿Vamos mi Patico?- Dijo Nicolás.

Nicolás y Patricia estaban en el auto. Nicolás iba a dejar a Patricia desde hace un tiempo, y aunque Patricia no lo acepte, él estaba cambiando algo en ella.

Mientras conducía, el solo podía pensar en hacerla feliz. Pero también tenía sus límites. Esa fue una de las grandes enseñanzas que Betty le dejó.

No he podido Olvidarte_Donde viven las historias. Descúbrelo ahora