21: Quiero que disfrutes conmigo (+18)

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Advertencia: Leer la advertencia: Este capítulo contiene en su totalidad contenido adulto, no tiene mucha relevancia con la historia, así que si no te gusta este contenido pero si la historia puedes pasartelo.

Empujón suave hacia adentro. Una vez adentro Michel soltó sus labios.
- ¿Quieres hacer eso luego de besar a tu ex?

- Más que nada

Michel rozó sus labios con los de ella para luego separarse y burlarse a verla seguir sus labios.
- Parece que alguien está necesitada

- ¿Tú no? Fue hace poco ¿huh?

- Encuentro placer en otras cosas - Exclamó Michel para volver a hacerle la misma broma de besos.

- ¿Cómo que cosas? - Marcela se rindió de intentar besarlo y se conformó con estar contra la pared rodeada por sus brazos.

- Música, nadar, viajar. El sexo es aburrido, se necesita de alguien más con quién compartas tu intimidad.

- No eres de lo que van con cualquiera. ¿Y que haces aquí conmigo?

- Es difícil de explicar - Michel susurró para después inhalar su aroma desde su cuello.

- Bésame - Suspiró suplicante al sentirlo en su cuello.

- ¿Por qué tanto apuro? - Michel miró sus labios y relamió los suyos.

- ¿Qué quieres? ¿Qué te suplique?

- Quiero que disfrutes conmigo - Volvió a respirar su esencia haciéndola sentir escalofríos - ¿Por que te haría suplicar cuando yo también deseo esto?

Michel acarició los labios de Marcela con su dedo índice, trazando la forma de ellos. De repente, Marcela agarró la mano de Michel y se metió su dedo índice a la boca. Michel sacó su mano y le dedicó una mirada coqueta.

Michel devoró sus labios y Marcela respondió de vuelta, sosteniendo su cuello. Dieron vueltas dándose besos apasionados hasta que Michel quedó contra la pared y ambos se separaron por aire.
- Muero por probarte - Michel confesó al separase del beso para acariciar un mechón de pelo de Marcela.

Esas palabras la habían excitado demasiado, así que volvió a dar la vuelta hasta que Marcela quedó contra la pared nuevamente, ya ahora a solo unos pasos del dormitorio.

Michel apoyó una rodilla contra la pared, entre las piernas de Marcela, y luego siguieron sus besos con sus lenguas encontrándose al fin, para danzar coordinadamente. Marcela al notar su pierna debajo de ella y la excitación de sus besos, no pudo evitar no aprovechar la oportunidad. Bajó un poco su cuerpo y comenzó a frotarse contra su pierna, provocando una sonrisa por parte de ambos.

Michel acarició cada parte de su cuerpo por encima de la ropa. Marcela se sentía tan exaltada que ya podía ver llegar a su primer orgasmo. Sus movimientos incrementaban, como también sus gemidos, Michel para mejorar su orgasmo, subió un poco más su pierna y apuntaló hacia su centro. Lo que provocó un pequeño grito por parte de ella.

- Dios! Que bella te ves cuando... - Michel le habló apegando sus labios en su cuello, pero fue interrumpido por su largo gemido.
- Ah! Ah! Michel! Eres tan... Alargador... - Marcela soltó sofocadas palabras - Sígueme

Marcela lo guió dentro del dormitorio donde empujó suavemente a Michel para que se sentara. Ella se sacó lentamente su blusa y se tumbó al lado de él.
- ¿Qué crees que iba a bailar para tí?
- Yo voy a darte una razón para que bailes para mi - Michel se puso a horcajadas sobre ella y le susurró en el oído - Mi bella, mi reina, mi lady

Marcela tomó su cara y devoró sus labios. La danza con sus lenguas se volvió más apasionada cuando apenas comenzaron a desvestirse entre los dos quedando en interiores. Michel suavemente sacó el brasier de Marcela para acariciar sus senos y besarlos sin dejar uno con más o menos besos, fue bajando con besos mojados por todo su cuerpo hasta llegar a su zona más íntima.
Subió rápidamente, la miró como si pidiera permiso, ella movió sus caderas en demanda y con esto Michel la dejó totalmente desnuda.
- ¿Cómo lo quieres mi lady?

Marcela lo besó y tocó sus labios para después apuntar a su intimidad.

- Entiendo

Besó su zona más íntima con total cuidado, usó sus dedos para brindar placer en cada centímetro. Michel la veía retorcerse del placer, no podía creer que estuviera haciendo el amor con una mujer luego de haberla conocido de tan poco, pero valía la pena.
Valía la pena sentir que cada vez caía más por esta mujer.
Marcela tapó su boca para ahogar sus gemidos, por ya no podía más, sus manos se fueron a la cabeza de Michel, donde lo empujaron suavemente más al fondo.
- Michel! Michel! Ah! - Marcela gritó al sentir aquel arrasador segundo orgasmo.

Michel se dirigió a su boca para besarla nuevamente y decir.
- No traigo condones, no pensé que íbamos... Lo lamento
- Yo tiré todo lo de mi relación pasada, y no tomo más pastillas... Pero no te voy a dejar así - Marcela se arrodilló ante él - déjame compensarte

Marcela tomó su boxer

- Marcela que... Oh... Sigue... Por favor

Bajó lentamente para meterse en la boca el miembro de Michel.
Subió y bajó, dibujando la longitud de este, para compensar lo que no entraba en su boca usó sus manos para masajear lo restante.
- Marcela si sigues así, no duraré mucho...

Michel inconscientemente agarró la cabeza de Marcela para guiarla a hacerlo más rápido sin que pierda su respiración por supuesto.
Eyaculó en su boca, Marcela tragó de una sola para limpiarse los labios y dedicarle una sonrisa. Michel la abrazó y la arrastró a la cama para finalmente dormir abrazados

No he podido Olvidarte_Donde viven las historias. Descúbrelo ahora