17: ¡Esto se me hace sospechoso Julia! (+18)

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Estaba totalmente mojada.

Por el agua.

Si esas dos líneas que pasaron por mi mente estuvieran en un libro, hasta yo hubiera pensado mal.

Pensó Betty a lo que observaba el parque hacerse cada vez más pequeño. Armando por su parte estaba preocupandose. Se supone que hoy arreglaría las cosas. Y salen locos en una lancha a motor. Debería haberle dado su merecido a esos idiotas. Pensó mientras apretaba el volante.

Ni siquiera se detuvo a pensar en que Betty estaba sin blusa a su lado. Armando Mendoza Sáenz no se detuvo a pensar que Betty estaba sin blusa a su lado. Figúrese.

Su rabia siempre lo dominaba. Pero conocía bien que debía cambiar ese aspecto si realmente amaba a Betty.

Llegaron al apartamento. Ignoraron las miradas de los que estaban en recepción. Como sin una palabra entraron al ascensor, sin una salieron.

- Voy a cambiarme Doctor. La ropa mojada no me la voy a llevar, usted sabe como es mi papá, se inventa cada historia. - decía Betty mientras entraba al cuarto de baño - Además creo que ya estaba enojado porque no llegué anoche. Traer la ropa mojada sería la gota que derramó el vaso.

Betty en el fondo estaba nerviosa, todo ese ajetreo del parque y la desconfianza de Armando no le dejaba en qué creer.

¿Es que como creer en alguien que se mostraba como el rey de la mentira cuando trabajabas con él?
Es fácil admirarlo, ver cómo miente a todos, incluso a ti misma para salir contigo. ¿Pero qué pasa cuando quieres pasar al siguiente nivel? Ser su novia, o... Esposa. ¿Que pasa si utiliza sus tácticas y te miente? ¿Y si se consigue otra chica?

No es algo nuevo que Armando engañe a sus novias.

Mientras Betty se cambiaba, estaba pensando en todo esto. Se había metido en un lío emocional con un galán mentiroso.

Armando se cambiaba afuera de la habitación, y Betty dentro del baño.
Armando se acostó lateralmente en la cama, con una camisa de botones abierta y unos pantalones negros. Se acostó así porque quería jugar un poco.

Betty salió con la mirada fija en la mochila, arreglaba todo dispuesta a ir a su casa.
- Doctor, le dejo ahí mi ropa, discúlpeme, pero, si quiere puedo dejar esto a algún servicio de lavandería en el edificio para que lo seque... - Betty alzó su mirada y trago en seco. Esa posición solamente la había visto en películas. Donde el tipo guapo espera a la chica acostado en la cama con una pierna arrodillada mientras apoya su mano en ella.

Usualmente películas que veía en secreto.

Como un reflejo, llevo su mano a sus ojos. Para taparlos. Armando rió.

- Betty no tiene por qué taparse si todo esto es suyo...- Armando se paró en frente de ella, a unos centímetros de su boca. Con la sola cercanía Betty sentía que perdía fuerza.

Armando metió su cabeza en su cuello y olió su esencia. Regresó su cabeza y la miró a los ojos. Pedía permiso, aunque los ojos de Armando gritaban poseerla no lo haría si su permiso.

Quedaron así por unos minutos y Armando asumió.

- Vamos a llevarla a su casa entonces. Su... - pausó su frase para dale un beso rápido en la nariz- Papá, y mamá la deben extrañar.

Armando se separó comenzó a abotonarse la camisa.

- Vamos Betty

...

- ¡Esto se me hace sospechoso Julia!

- Ay, Hermes, ya dejé a la niña la a de estar pasando con amigas es todo

No he podido Olvidarte_Donde viven las historias. Descúbrelo ahora