No he podido Olvidarte_

12: Salga y detengame

Las manos de Betty temblaron. ¿Solo sus manos? ¡No! Todo su cuerpo, se puede hasta jurar que se le bajó la presión. La idea de Armando con Marcela la mató. ¿Sería ella solo un juego para el? ¿Acaso su encuentro en la oficina solo fue un capricho? Betty no podía sospechar nada aún, digo, solo llegaron juntos ¿Verdad?.

-Voy al baño un momento, me disculpa - Betty dijo a Michell quien había notado su cambio de ánimo, Michel movió su cabeza con un "siga Betty" mientras la vió irse al baño.

Armando no se quedaba atrás, sus celos fueron tan inmensos al ver a Betty con el Francesito al lado que su mirada se dirigía a los ojos de Michell, pero de repente vio como Betty se alejaba así que se decidió a seguirla.
Llevo a Marcela a su oficina y le dijo apuradamente "tengo cosas pendientes en producción, ya vengo", Marcela sentia su voz, era una voz ansiosa por hacer algo, solo movió su cabeza y Armando se fue.

Mientras, Michell estaba respondiendo todas las preguntas de las del Cuartel.
-Y a usted solo le gustan las colombianas ¿no?
-Aura María por dios!!!
-Ay! Alguien le a dicho que su acento lo hace sonar... Sofisticado- dijo Mariana con su clásico movimiento de caderas

-Por Dios que es esto!- Dijo Hugo saliendo del ascensor- Un francés nuevamente por aca y hablando con las mercachifles estás!

Al decir esto Armando salió de la oficina de Marcela hacia el baño -donde alcanzó a ver qué Betty se fue- pero no podía ir directamente, estaba Huguito, el hombre -bueno, "hombre"- más escandaloso de Ecomoda.

-Huguito, Huguito, por qué no te vas a trabajar ¿eh?

-Dile eso a ellas, que chismosear desde hace horas, y por cierto tú ya no eres el jefe aquí así que deje tus alzadas- Dijo Hugo mirando a Armando de pies a cabeza, a lo que estaba a punto de irse al taller alcanzó a decir- Michel esta bienvenido a mi taller venga cuando quiera, y usted Inesita vengase que tenemos trabajo.

-Agh - Armando fruncio en disgusto, volviéndose a Michel, lo miro seriamente, con rabia, no sabía que tenia Betty con el, o cuan importante fue o es para ella, no quería ser burlado. Quizá Betty, lo.. ¿usaba? Así como el usaba a las mujeres, pero que gran karma, burlado por la mujer por la que estás de rodillas. No podría pasarle.

-Bienvenido de nuevo, adiós! - Dijo rápidamente, el sabía que las del Cuartel no lo dejarían ir, porfavor no podrian dejar ir al francesito. Están locas por él.

Entro silenciosamente, no había nadie. Miro todos los baños con las puertas abiertas, excepto uno que estaba cerrado. Se acercó suavemente y apego su oído a la puerta. Se oían pequeños sollozos.

Hace unos minutos Betty había entrado al baño, y se había mirado al espejo, una pequeña lágrima corrió por su mejilla y la limpio. Después otra tras otra, corrió y se encerró en un baño. Sus pensamientos eran que le habían mentido otra vez. Que no importa cuánto tiempo piense cuántos meses pueda estar lejos de él, siempre estará ahí para hacerle la vida imposible.

Armando tocó la puerta suavemente. "Ocupado" dijo Betty con su voz quebrada, Armando lo entendió, era un malentendido, ambos se habían atado en sus propias redes de celos y habían caído en llanto. Armando tocó otra vez pero está vez no respondió.

Armando se sentó en el asiento rectangular enfrente de los baños y abrió su maletín, saco una pluma y arrancó una hoja del final de su agenda. Y escribió "Es un malentendido", lo paso por debajo de la puerta y esperó. Se agachó para ver si aún seguía ahí, si ya lo había recogido, cuando vio, ya lo había cogido, ya no estaba. De repente una bola de papel fue arrojada hacia el.

"Váyase doctor" se escucho una débil voz, Armando estaba roto, no podía romper de nuevo todo esto por un estúpido malentendido, pero los malentendidos se creaban por la desconfianza. Desconfianza que el creo por supuesto.