30: No he podido olvidarte (FINAL)

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- Todo lo hice para que no se acercara a mi. - Betty dijo entre lágrimas. - Y como ve, no funcionó. Ahora está aquí viéndome llorar. No puedo, no sé cómo sacarlo de mi corazón. Yo lo amo... Todo se acabó, yo, yo no sé...

Armando posó su mano en su mejilla limpiando la torrente de lágrimas. Todo fue un engaño, para mantenerlo alejado, porque aún lo amaba. Un destello de posibilidades se adentró a su mente.

- Yo la amo Betty, jamás me la voy a sacar del corazón. No quería acercarme porque pensé que usted ya rehizo su vida, y que ya no me amaba. Quería que fuera feliz con o sin mí. Pero no puedo evitar pensar en un futuro juntos, ahora que ambos nos amamos. Por favor, denos una oportunidad.

Ambos llorando juntaros sus frentes tratando de controlarse, pero los recuerdos seguían embistiendo y lo único que querian era aclarar todo lo que pasó hace 2 años y besarse sin parar. Armando acercó sus labios juntandolos con los de ella. Dándose un breve beso se abrazaron y quedaron juntos disfrutando de la compañía del otro.

...
Don Hermes buscaba con la mirada a su hija mientras doña Julia le hablaba de algo a lo que no le seguía el hilo.
- ¿Hermes tú me estás escuchando?
- ¿Usted ha visto a la niña? Estaba ahí parada con un vaso de vino y ahora no la veo. ¿¡Y si se nos emborrachó como esa vez que la fuimos a recoger!? ¡No voy a tolerar eso!
- Calma. Tal vez esta con ese muchacho Adrián. Aunque a mi me da mala espina ese tipo.
- Voy a buscarla.

El anticuado hombre le alcanzó el vaso de puro que tenía en su mano a doña Julia, quién con intentos vagos le dijo que no la andará buscando. Como siempre, el hombre no la escuchó.

Enviaba su mirada asesina a todas partes, caminado con un paso irregular y trastabillando debido a la arena de la playa. Se metió a la pista de baile empujando y estirando sus brazos para darse paso. Se quedó helado cuando vió a Betty y Armando saliendo de una cabaña agreste que tenía una cinta de plástico informando que estaba inhabilitada. Escenarios rondaron en su cabeza y caminó amenazante hacia ellos.

- ¿Qué estás haciendo Beatriz Pinzón Solano? ¿Y su prometido? ¿Y usted doctor? ¿No ve que está comprometida?
- Papá cálmese.

Don Hermes hacía lo opuesto, con cada "cálmese" lo único que hacía era alterarse más. Armando y Betty lo llevaron a un lugar donde la música se oía menos y le explicaron la situación. Hermes aún confundido logró tranquilizarse y se dedicó a beber junto a su esposa, quién no hacía más que decirle que no beba con demasía.

...
Marcela y Michel charlaban con Nicolás y Patricia, bromeando sobre la fecha de boda de la nueva pareja.
- Le falta agarrar el ramo. - Michel soltó entre risas.
- Cierto, cierto. - Marcela sacó su ramo del jarrón con agua y tomó el micrófono, invitando a las solteras a alistarse para coger el ramo de flores.

Un grupo de mujeres sonreían detrás de Marcela.
- Anda Paty, ¿No quieres casarte conmigo?
- No sé cómo lo has hecho pero ahora solo quiero tomar ese ramo y besarte todo.

Patricia se introdujo en el centro del grupo de mujeres. Marcela lanzó el ramo y Patricia saltó cogiéndolo en el aire. Hazaña que, fue material de bromas y risas aquella noche.

Marcela alcanzó a ver a su amiga Lucía quién se acercaba.
- Ya casada amiga, que boda de ensueño.
- Ay sí. - Marcela dijo para eventualmente acordarse del altercado con su ex viniendo a la boda. - ¿Todo va bien? ¿Y Adrián?
- Por ahí besándose con una y con la otra.
- ¿Como así? Adrián tiene prometida, yo la conozco. - Paró de hablar cuando divisó a Armando y Betty alejándose juntos.
- Brindemos. - Marcela alzó su copa de vino blanco y dió un toque con el vaso de tequila de Lucía.

...

Adrián sostenía una botella de vodka medio vacía cuando vió las ventanas del auto bajar. Vió a Betty y Armando juntos riendo y besándose. Aplastó tanto la botella que en un arrebato la soltó al suelo, sin percatarse que sus pies estaban abajo, se clavó diminutos trozos de cristal en sus tobillos. Maldeció la decisión de no ponerse pantalones que cubran sus tobillos.

- Mírenlos allí, escapando como Thelma y Louise. - Escupió del dolor al sacarse un trozo de cristal. - Aunque ellas murieron. ¡Já! Dicen que hierba mala nunca muere. ¡Insolentes! ¡Malagradecidos!

Adrián se sentó en la arena fría espectando como el auto salía de la playa.
- ¡Esto no se quedará así! ¡No!

Gritó tumbandose en la arena con sus tobillos enrojecidos.

...

Los tórtolos subieron al auto rentado de Armando y se dieron un largo beso que acaloró todo el carro. Armando bajó los vidrios para dejar entrar la suave brisa del ocaso.
- No puedo creerlo, esto es como un sueño, créame que lo he intentado.
- ¿Intentado qué? - Dijo Armando girándose hacia ella.
- Olvidarlo. - Betty respondió tímidamente. - Lo único que quiero es esto, estar contigo.
- No he podido olvidarte. - Armando confesó tomando de su mano. - Prometamonos no más mentiras, no más desconfianzas. De ahora en adelante seremos los dos contra el mundo.
- Lo prometo. Don Armando no pensaba que fuera tan cursi.
- Me tiene loco mi Betty.

Encendió el auto y escaparon del evento, juntos como sus corazones anhelaban, conduciendo para explorar la isla y comprometiéndose a amarse cada segundo.

...

En los próximos 6 meses Betty regresó a Bogotá, Michel le propuso administrar un restaurante de Bogotá, al cuál Beatriz aceptó felizmente. Armando voló a Bogotá y siguió haciendo negocios en Ecomoda. Volvió a ser presidente pero no sin las recomendaciones y asistencias de Beatriz.
Michel y Marcela compraron un piso en un edificio y adoptaron a un Beagle.
Nicolás y Patricia siguieron con su relación y a los meses Patrician ahora sí quedó embarazada de verdad. No fue un obstáculo, pues Nicolás y Patricia se veían entregados a hacerse cargo del bebé y amarse todo lo posible.
Las amigas de Betty, sus padres y Nicolás rebosaban de alegría al ver a su amiga volver. Beatriz no se quedó en la casa de sus padres, se mudó a una casa que Armando y ella compraron. Por supuesto que hasta que el proceso se completó vivió temporalmente con sus padres, acción que, dificultó su relación por la sobre protección de su padre.

Ninguna de estas dificultades pudo separarlos, pues su promesa era cumplida y permanencía velada en sus corazones.

FIN




NOTA: Quiero agradecer a todo aquel que se tomó el tiempo de leer esta historia. Esta historia era mi proyecto para mejorar mi redacción de relatos, así que inicialmente solo iba a escribir un capítulo o dos e iba a parar. Me di cuenta que recibió mucho apoyo y seguí escribiendo hasta el final, mil gracias.

No he podido Olvidarte_Donde viven las historias. Descúbrelo ahora