Jeongin es un lindo omega que ahora estaba en la cima de la fama en su carrera. Hyunjin es un alfa y es un gran empresario que hace un tiempo atrás había asumido la dirección de una de las compañías mas importantes.
¿Qué pasara si uno de los dos tod...
Tarareaba una canción mientras terminaba de difuminar los colores en su hermoso dibujo. Con una fina sonrisa en sus labios se levanto de su asiento y tomo aquel folder lleno de micas plastificadas para colocar su dibujo en una de ellas.
Estaba satisfecho con su trabajo, había dibujado el bonito globo en forma de corazón que Hyunjin le había conseguido aquel día en la feria. Recordó la frase que le dijo cuando se lo entregó.
"Mira este lindo corazón, es grande y brillante pero de seguro no más que el tuyo. Eres la persona más linda y pura que pude conocer"
Después de aquello le dejo un pequeño beso en el dorso de su mano. Estaba tan feliz, su lobo brincaba y corría de felicidad. Pensaba que en algún momento le daría algún ataque al corazón debido a todas emociones que estaba sintiendo a lo largo de toda esa semana.
—And I promise that nobody's gonna love you like me — cantó la última frase de la canción y salió de su habitación.
Si decía que quería estar con Hyunjin sonaría ¿impaciente?, probablemente al día siguiente ya podría verlo. Hace dos días cuando estaban volviendo de un pequeño paseo, Hyunjin se acordó algo importante.
Su celo.
Jeongin amablemente le había preparado una infusión, que no le sirvió de mucho porque quizás su cuerpo necesitaba atención. Con ese día, serían dos días que lleva en su habitación sin salir de ella. Hace unas horas le comento que probablemente su celo ya este terminando o en el mejor de los casos ya habría terminado y podría salir al día siguiente.
Bajo las gradas, dirigiéndose hacia la cocina, no había nadie más en casa solo estaban los dos y ya eran alrededor de las ocho de la noche. Emocionado se lavo las manos y empezó a sacar los ingredientes para preparar una galletas. Felix le había enseñado a él y a Jisung como prepararlas para que les salgan bien.
Mezclo la mantequilla y el azúcar, agregó los huevo y la harina. Añadió chispitas de chocolate de colores y las dejo reposar en el refrigerador. Después las metió al horno con esperanzas de que le salgan bien.
—Salgan bien galletitas — dijo mirando a través del vidrio — tienen que estar bien para que Hyunjin las coma mañana.
Pasaron los 20 minutos y con entusiasmo se acerco a sacarlas, pero hizo un tierno puchero al ver que quizás se doraron un poco más de lo esperado. En fin, Hyunjin tendría que aceptarlas ¿verdad? Las había hecho pensando en él y solo para él, no podría despreciar su esfuerzo. Después de todo el alfa siempre aceptaba gustoso todo lo que venía de él.
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Jeongin no recordaba la razón por la que ahora estaba en la habitación del alfa, pero tampoco se arrepentía. Estaba más que feliz mientras que él alfa probaba sus finos labios y un fuerte color carmesí apareció en sus mejillas cuando sintió las manos del alfa rodear su cintura.
La extraña sensación en su pecho estaba ahí presente, pero esta vez probablemente era de emoción.
—Hyunjin... — susurro cuando el alfa dejo un suave y dulce beso en su cuello.
