One-Shots

Sugar

—¿Sabes que te amo?

—¿Eh? ¿De verdad?

—Si, estoy hablando en serio. No se cuando empecé a quererte, solo sucedió.

Dije eso y me dan una sonrisa, una sincera y hermosa que me recuerda que valió la pena decir mis sentimientos.

—Me acuerdo de una vez —continuó, ella me prestaba atención—... que estábamos en la biblioteca, yo estaba acomodando los libros y tú decidiste ayudarme.

—¿Cuál de todas las veces? Te he ayudado en eso bastantes veces.

—Eso es verdad, yo me refería a la vez que me besaste.

Se sonroja y me empuja.

—Eso fue un accidente, realmente no quería hacerlo.

—Jajaja fue realmente inesperado ese beso.

—¡Ush! —otra vez recibo un empujón—... no fue apropósito ese beso.

—Lo sé lo sé, pero no era de lo que quería hablar.

—¿Entonces?

—Ese día después de ayudarme en la biblioteca me invitaste a pasar el rato en el taller de cine.

—Oh, ya me acordé de eso.

—Habían comprado pizza entre los de tu taller y tú me compartiste de las piezas que te tocaron. A veces me acuerdo de momentos así y solo me causan felicidad por la elección que hice.

—¿Elección?

—Si, la elección en cuanto a la chica que me gusta.

Ella se vuelve a sonrojar, yo me pongo enfrente de ella y la miro a los ojos con un poco de nervios por mi parte.

—Realmente me gustas.

—¡Déjame en paz! Solo me estas molestando.

—No es así, bueno tal vez si, pero no bromeo cuando digo que me gustas —me acerco un poco más hacia ella y le entregó un beso en la mejilla—. Ahora toma mi mano y vamos al cine pues la función a la que quería ir ya va a empezar.

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Recordar momentos que he pasado con ella me alegran el día. El día del que le hablé, cuando ella me besó por accidente, sucedió hace unos meses atrás pero recuerdo bien ese día. En ese entonces apenas y la conocía, ella era la compañera de una amiga que conocí en los primeros días de prepa y como estaban en el mismo grupo terminé hablando algunas veces con ella. Conforme pasaban los días me juntaba más con ella y ella al darse cuenta que yo ayudaba en la biblioteca empezó a ir más seguido a esta.

Ese día se quedó a ayudarme, platicamos mientras acomodamos los libros que regresaban los alumnos y limpiaba algunos muebles. ¿Sobre qué platicamos? No me acuerdo bien, tal vez de mis juegos gacha o sobre el por que a ella le encantan los zombies, pero era divertido bromear y hablar con ella, aun es divertido hacerlo. Recuerdo que ella vestía una chamarra de mezclilla arriba de una playera de su caricatura favorita y una falda negra, su tez morena y su cabello largo para mi eran hermosos, su amabilidad y forma de hablar conmigo eran lo que me hicieron enamorarme.

Cuando nos dirigimos al taller de cine, después de que ella me invitara a ir, fuimos mientras hablábamos sobre la clase de educación física pues teníamos el mismo profesor. Al llegar había pizza y le dieron a ella los pedazos que le tocaban, ella al ver que me había invitado me da una pieza de pizza, luego me abraza y nos quedamos así hasta que termina la película. Ella me gusta, su actitud y su aspecto son simplemente hermosos, realmente me sorprende que haya aceptado ser mi pareja.

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—Aquí tienen sus boletos

—Gracias. —agarré los boletos y me dirigí a la dulcería donde ella estaba comprando un combo de palomitas con helado.

Caminando un poco y logro verla ya en la caja, estaba recibiendo el combo. Ella voltea a verme y sonríe, pero no era una sonrisa alegre, era una sonrisa que decía 'me la vas a pagar'.

—¿Tan difícil es pedir palomitas?

—Te dije que fueras tu, bobo.

—Lo sé lo se, pero es bueno que trates de hablar con desconocidos.

—Ya no te quiero.

La abrazó y le doy un beso en la frente

—Eso es como agradecimiento por ir a la dulcería.

—Tal vez me acostumbre a eso —ella sonríe alegremente.

—Eso es bueno, ahora vámonos porque la función ya va a empezar.

tomo su mano y nos dirigimos a la sala de la función, durante todo ese tiempo lo único que se mantenía en mi cabeza fue un

"de verdad tengo suerte al tener una linda chica como ella a mi lado".