One-Shots

Bullet

Veía la calle mientras huía de aquella vida, mientras dejaba todo atrás. Llovía bastante, me resbalé más de tres veces debido a los charcos que se hacían en la calle.

Anocheció, las calles llenas de las luces de automóviles que regresaban a su casa después de un largo día de trabajo. Una jauría de perros callejeros se juntaba a dormir al lado de las bolsas de basura, tratando de dormir lo más cómodo posible. Estaba a las afueras de la ciudad cuando daban las dos de la mañana, estaba cansada de vagar sin rumbo alguno. Dormí en el campo junto a un árbol, esperando que la muerte llegara por mí, que el descanso eterno se me hiciera realidad.

Las horas pasaron, desperté empapada y con la garganta cerrada. Dolor de cabeza, parece que me voy a enfermar. La espalda adolorida debido a que dormí en una mala posición. Me levanto con dificultad y cansancio, y busqué un lugar a donde poder ir a "desayunar".

Después de tanto caminar, encontré una tienda junto a una gasolinera. "En este lugar no hay nada" dije. Entre a la tienda, solo llevaba 10 pesos. Me paseo por los pequeños pasillos metiendo dulces y comida enlatada a mi ropa, tratando de hacerlo de la manera más calmada y silenciosa posible. Fui a la caja y di una lata de atún para pagar, fueron ocho pesos y salí.

En cuanto salí, me eché a correr, corrí más y más y más. Llegué a un lugar en donde había casas abandonadas, hechas de adobe y un techo de lamina, y entro a una casa para comer las cosas que robe.

Como una lata de atún y una pequeña botella de agua, pues tengo que comer de poco en poco para que la comida me resista algunos días. Tenía hambre después de la lata y la botella por lo que decidí tratar de dormir para olvidar el hambre. Me acuesto en una esquina de la casa, pero un tiempo después se escuchan pasos.

Salgo del cuarto para ver quien era, resultó ser una persona vestida de negro la cual estaba armada con una pistola.

Al ver a la persona regresó al cuarto de manera silenciosa. Recojo la basura que deje y me encierro en el cuarto del baño, escondo toda la evidencia de que alguien estuvo ahí hace poco y me quedo en silencio.

Escuché un grito, un grito de miedo y un poco de llanto. "¡Déjeme, no me toquen! ¡Ayuda por favor!" decía una voz, el grito de una niña de aproximadamente 10 años. La niña solloza demasiado, pero me mantengo callada e inmóvil. Un golpe se escucha, dos golpes, tres golpes y los sollozos paran. Comienzo a dudar bastante sobre lo que debo hacer. "No es de mi incumbencia" "Si hago algo ambas moriremos" me repetía, no tenía nada que hacer que fuera de ayuda para la niña. Apunto de escapar y dejar a la niña a su suerte pero ese último grito...

Ese grito me hizo quedarme.

De un momento a otro estaba con las personas en la sala. Empujó al señor, quien está sorprendido al ver que aparecí de la nada, y ambos caemos al piso. Una pistola sale volando, era del idiota este, por suerte llego a tomarla y, sin pensar dos veces, disparo múltiples veces sin dirección en especifico. Corrí y tomé a la niña de la mano, por desgracia suelto el arma debido a los nervios del momento.

Salimos corriendo

Se escuchan dos disparos detrás de nosotras, la niña cae debido a una bala en su pierna, detrás de nosotros el hombre cae debido al sangrado que tenía por mi balacera anterior.

En unos segundos más estoy sola, me doy cuenta que estoy corriendo sola y llegó a la carretera. Una camioneta, una familia se detiene y tomó la oportunidad para pedir ayuda para la niña.

"Van por ella la policía y una ambulancia" Me dijo el padre de familia.

Trato de regresar por donde vine para ver a la niña y siento mi cuerpo caer.

Mi estómago empieza a sentirse caliente, mis energías se pierden.

Al parecer no solo le dio a la niña, pero el éxtasis y la adrenalina del momento me ayudaron para mantenerme útil.

Una sirena se escucha,

Pisadas se escuchan,

Pero yo ya estoy cansada,

Pero yo ya me iré a dormir.