One-Shots

Sentado en el sillón

¿Qué es lo correcto?

¿Qué es la motivación? ¿Por qué todos quieren tenerlo?

Cosas que me pregunto a diario, cosas que quiero comprender, cosas que se me olvidan. Hoy estoy en mi sofá, escribiendo —o tratando de— una canción para después presentarla a una cantante que es amiga mía desde secundaria.

"Wow, tus escritos son hermosos ¿Puedo cantarlos?" Recuerdo la primera vez que conversamos sobre esto, encontró mi libro de pensamientos, lo leyó en frente de mi y solo soltó una lagrima y una sonrisa grande y brillante.

"Realmente no creo que sean buenos, solo son míos hablando conmigo mismo" Dije tímidamente en ese entonces, ella solo me abrazó y me suplico cantar algunos para su próximo álbum, termine aceptando su idea.

Fue realmente inesperado el resultado, al menos para mi, mi amiga se hizo bastante popular por mis escritos y eso me hizo feliz. Verla brillar mientras cantaba lo que yo hacía me motivó a hacer más de lo mío, cosas que en un principio sentí que eran un desgaste de tiempo.

Aunque no todo es para siempre, las partituras que tenía escritas fueron buenas, pero poco a poco sentía que no tenían valor alguno, que no estaba haciendo las cosas por gusto, que solo lo hacía porque alguien necesitaba de ello.

—Ahora estoy en un punto de no avanzar.

¿Qué debo hacer? ¿Seguir haciendo que ella sonría? Realmente no me interesa hacerlo.

¿Debo seguir mintiendo sobre lo que quiero hacer? En primera, no se ni que quiero hacer, solo estoy siguiendo la corriente...

Debo cambiar algo de mi, debo buscar lo que quiero.

—Una motivación de vida, una forma de sonreír genuinamente.

¿Cómo consigo eso? No sabría decirlo, pero no podré conseguir nada quedándome en el sofá con la laptop dándome una luz tenue. Buscar un significado es lo que da dirección a la vida, lo que nos da ganas de seguir respirando, al menos es lo que he escuchado.

Tal vez debo pensar en eso después, saldré a caminar un poco primero. Busco un chaleco, me pongo unos tenis cómodos y salgo de mi departamento. Ahora ¿A dónde voy? No tengo rumbo ni interés en visitar algún lugar.

—Sin embargo tengo hambre —digo después de escuchar mi estómago gruñir.—. Supongo que iré al Oxxo a comprarme algo.

Camino un poco, salgo del edificio y caminó unas cuantas calles hasta llegar a un Oxxo que está junto a un pequeño parque. Entró al Oxxo, veo los estantes de pan y de comida chatarra, creo que escogeré unas mantecadas y un jugo de mango... ¡Desayuno nutritivo!

—Jaja —una risa corta y sarcástica dirigida a un chiste sin gracia.

Me dirijo a la caja, pagó lo que agarre y salgo. ¿Ahora que? Supongo que me sentaré en una banca del parque, la que está cerca de los niños que están jugando, quiero distraerme viendolos divertirse.

Aunque incómoda, es mejor que quedarme en casa sin hacer nada.

—Bueno, aun sigo haciendo nada.

Abro mis mantecadas y le doy una mordida a la primera que agarro. Viendo a los niños puedo recordar cómo era yo a esa edad. Mi sueño en primaria era querer ser Dios, ¿Por qué? Es absurdo pero quería ser Dios para sentarme en una nube y comer papas enchiladas todo el día y toda la noche. Creo que eso es lo bueno de haber sido un niño, ideas absurdas y una felicidad sin fin, unas ideas tan creativas para un absurdo fin.

En secundaria, todo en mi cambió, mi sueño se vio tumbado debido a la realidad a la que me metieron de manera forzada. La profesora de cívica, de cuando iba en primero de secundaria, pidió que le contáramos nuestro sueño y yo, gustoso, le hable del mío con total alegría.