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Ya era la mañana siguiente, me desperté al ver la habitación iluminada por la poca cantidad de sol que había, más que nada porque estábamos en Londres y aquí el tiempo siempre era demasiado frío y húmedo. Observé mi cama a los dos lados y me di cuenta de que estaba yo sola.

¿Dónde se habrá metido?

Me levanté de la cama y salí de mi habitación para meterme al baño. Me lavé la cara y los dientes y al salir de allí, abrí la puerta de la habitación de May y vi que seguía allí durmiendo, justo como la dejé ayer, así que la volví a cerrar y me dirigí hacia el salón.

Estaba frotándome los ojos con mis manos y cuando llegué pude verle allí en la cocina. Cuando levantó la vista de la mesa y me miró, se le dibujó una sonrisa que hizo que yo también lo sonriera. Fui hacia la cocina con pasos pesados ​​y arrastrando los pies por lo cansada que estaba debido a lo de anoche.

"Buenos días" dijo cuando entré a la cocina, él estaba sentado en la mesa desayunando.

"Buenos días" le respondí y, como no sabía muy bien que hacer, pasé por detrás de él  y le pasé la mano por el hombro.

Vale eso había sido demasiado raro

Me fui hacia la nevera para abrirla e ignorar lo absurdo e incómodo que acababa de ser lo que había hecho. De verdad que ahora mismo me gustaría poder meter la cabeza bajo tierra y no sacarla nunca. Estaba a punto de sacar la leche cuando noté un tirón de brazo que hizo que me diera la vuelta completamente.

Me quedé frente a él, nuestras caras a la misma altura, no muy cerca pero lo suficiente como para ponerme nerviosa. Él seguía sentado en la silla y yo estaba encajada entre sus piernas, ya que las había separado para que yo me quedara entre ellas. Estaba sin palabras, no me esperaba para nada ese movimiento.

"¿No vas a darme los buenos días de verdad?" me dijo con su voz más ronca de lo normal, cosa que hacía que prácticamente no pudiera mantenerme bien en pie.

"¿Q-qué quieres que te diga?" dije demasiado flojo como para siquiera saber si me escuchó o no.

"Mínimo que me des las buenas noches que me diste ayer..." me dijo sonriendo y mirándome fijamente a los ojos mientras yo hacía lo que podía para apartar la vista de él, aunque era imposible.

De repente escuché un sonido que provenía del salón y me soltó de golpe para seguir con lo que él estaba haciendo. Miré hacia allá y vi que estaba Miley viniendo hacia la cocina, así que me separé de Niall y actué como él, como si no hubiera pasado nada.

Cuando alzó la vista y vio a Niall se le abrieron los ojos como platos y un rostro de sorpresa le invadió por completo. Después me miró a mí, pero volvió a dirigir la vista a él y se quedó allí paralizada sin hacer ni decir nada.

"Buenos días, ¿mucha resaca?" dije intentando evitar la tensión que se había creado hace un momento.

"¿Podemos hablar Evelyn?" me dijo ella con una falsa sonrisa cogiéndome del brazo y sacándome de allí. Me condujo hasta el salón, donde Niall no podía vernos desde allí. "¿Qué hace él aquí sentado comiendo en mi cocina?"

"¿No te acuerdas?"

"Si me acordara no te preguntaría"

"No deberías de beber tanto, sino te acordarías"

"Sé lo que intentas y no vas a desviar la conversación"

"Joder..." dije resoplando sabiendo que ya se lo había intentado hacer más de una vez.

"¿Te has acostado con él?"

"¿Qué? No por Dios, solo ha dormido aquí porque para variar me ayudó a traerte a casa porque ibas tan mal que no podías ni mantenerte en pie"

INEFABLE  [ *Niall Horan* ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora