INEFABLE [ *Niall Horan* ]

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NIALL HORAN

Haber estado en su habitación había sido algo demasiado frustrante pero reconfortante al mismo tiempo. Quería hacer las paces con ella desde que se bajó de mi coche aquel día de lluvia. Sabía que iba a negarse, por eso le dije que si quería solamente pasar el rato conmigo, aunque tampoco pensaba que iba a ignorarme de esa manera al decírselo.

Estos habían sido sin duda de los días en los que más vacío me había sentido conmigo mismo. Al verla con Andrew al llegar a París creí que iba a ser lo peor que iba a ver en todo el viaje, hasta que le vi sobresalir las heridas de su espalda en la prueba de sonido.

Mi primer pensamiento al verlas fue su cara de dolor, y luego a Andrew haciéndole mil barbaridades que se me pasaron por la cabeza en ese mismo instante, por eso mismo tuve que sacarla de allí para preguntarle.

Juro por Dios que si me hubiera dicho que había sido él le hubiera matado con mis propias manos. Pero al escuchar de su boca salir mi nombre me costó varios segundos reaccionar y, una vez que ella se fue de allí, caí en que obvié en que estaba apoyada en el tronco de un árbol cuando me lancé a por ella y podía hacerle daño, y más aún por lo excitado que me puse esa noche.

Necesitaba que me perdonase por eso y lo sabía, saber que estaba herida por mi culpa me estaba matando, por eso fui a su habitación cuando acabó el show, para que me perdonara. Pero sobretodo para que volviera a hablarme y pasar el resto de días que nos quedaban como lo pasé aquel día con ella. Quería que me besara como lo hizo en su cama, quería dormir con ella, quería que se pasara el día entero conmigo y quería verla sonreír como cuando estábamos en mi estudio, o verla emocionarse como cuando tocó en mi piano.

Verla, sentirla, solamente tenía esos pensamientos durante el todo el día todos los días, y todavía no sabía porque. Tenía claro que no quería pareja ni quería volver a enamorarme, pero desde que ella apareció en mi vida, algo dentro de mí se sentía vacío cuando Evelyn no estaba cerca.

No sabía lo que me pasaba con ella, pero tenia claro que me pasaba algo. Sentía que quería protegerla de todo lo malo que le pasara, incluso si era yo mismo. Quería verla sonreír hasta que le doliera la mandíbula. Quería verla cumplir todos sus sueños. Quería verla feliz.

Y no voy a mentir, quería besarla como si fuera lo último que hiciera. Quería morder y lamer toda su piel y todas las partes de su cuerpo angelical. Cada vez que me miraba como lo hacía me entraban ganas de arrancarle toda la ropa y hacerla sentir como si estuviera en el mismísimo infierno. Pero sabía que era imposible, para mí ella era un plato prohibido que no debía probar, por mi carrera y sobretodo para no dañarla a ella.

De repente una voz conocida me sacó de mis pensamientos y me quité uno de los auriculares que llevaba para escucharle.

"En 15 minutos podremos pasar ya, ¿estás bien descansado no? El show de hoy tiene que ser igual o incluso mejor que todos los anteriores" me dijo John al verme con las gafas de sol puestas dentro del aeropuerto.

La verdad es que había dormido como la mierda al darle tantas vueltas en mi cabeza, pero era algo que obviamente no le iba a decir a él. Simplemente le asentí y volví a ponerme el casco en la oreja, no estaba de humor para hablar con nadie. Estaba escuchando when the party's over de Billie Eilish cuando de repente ahí la vi.

Estaba hablando con Dana, mejor dicho escuchando como ella hablaba mientras sonreía y le contestaba, básicamente lo que yo hacía con ella cuando estamos los dos solos.

De repente vi como empezó a mirar por el aeropuerto y su mirada se encontró con la mía, aunque ella no sabía que yo la estaba mirando por mis gafas de sol. Le sonreí pícaramente segundos después de que notara como no apartaba la vista de mí. Se giró rápidamente y aunque no la viera sabía que estaba con las mejillas rojas, como cuando se ponía cada vez que la miraba fijamente.