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Húmedo. Solamente notaba humedad por mi cara. Parecía que un perro estuviera lamiéndome la cara. ¿Desde cuándo teníamos perro Miley y yo? Abrí los ojos poco a poco y ahí pude verle, encima de mí, besando mis mejillas y mi cara para que me despertara. ¿Por qué tenía que ser tan romántico que hasta dolía? Por supuesto, le sonreí como una tonta, él era mi golden retriever.

"¿Qué haces?" le pregunté mientras seguía sonriendo como una niña pequeña. Era la primera vez que me despertaba por la mañana en un hotel y Niall seguía aquí.

"Tenemos que coger un vuelo" dijo mientras se recolocaba y se sentaba al borde de la cama a mi lado.

"No por favor, un ratito más" me di la vuelta para quedarme boca abajo dándole la espalda.

"Va que si no lo perderemos" no contesté, era verdad que estaba demasiado cansada. "Levanta Eve" se acercó más a mí hasta que apoyó su cara en mi cuello y noté como lo besaba húmedamente. Me volví a girar para quedar boca arriba frente a él.

"Y pensar que vas de duro cuando en realidad eres un trozo de pan" me sonrió y se acercó para besarme en los labios, pero me aparté rápidamente y me puse la mano en la boca. "Tengo que lavarme los dientes"

"¿Enserio? Que más da" volvió a acercarse pero esta vez me levanté rápidamente de la cama y me encerré en el baño. Y recordando que esta no era mi habitación de hotel y no tenia aquí mis cosas, salí de este.

"Me voy a mi habitación a arreglarme" dije y abrí la puerta de la habitación.

"La próxima tráete aquí tus cosas" le sonreí y le saqué el dedo del medio para después cerrar la puerta y dirigirme pasillo abajo a mi habitación.

De repente me encontré a Dana salir justo de su habitación ya arreglada y con la maleta hecha.

"¿Dónde vas todavía en pijama?" me miró y cuando ya estaba a su altura empezó a atar cabos en su cabeza. "Mejor dicho, ¿de dónde vienes en pijama pequeña zorra?" me preguntó casi asombrada.

"Iba a cambiarme ahora exagerada, aún sobra tiempo"

"Que fuerte, ya me contarás ya..." pasé por su lado y me dio en el culo con su mano. Me metí corriendo a mi habitación y empecé a cambiarme y asearme lo más rápido que pude para salir cuanto antes hacia el aeropuerto.

Una vez allí, estábamos todo el equipo listo para embarcar. En estos pequeños momentos mi lugar era estar con Dana, era mi amiga y prácticamente me pasaba los días pegada a ella igual que al resto de la banda, pero ver que Niall seguía sin integrarse con nadie del equipo me rompía el corazón. Los ratos en los que yo no estaba con él o no intercambiaba conversaciones con John sobre el trabajo, él se encontraba en completa soledad durante toda la gira. No tenía un amigo al que acudir, ni un compañero con el que pasar estos ratos, ni siquiera un conocido que quisiera hablar con él. Era triste pero, cuando le veía y pensaba en eso, me sentía muy identificada con él. Sé que tiene cientos de amigos y personas que le quieren en su hogar, pero cuando no estaba allí era desgarrador pensar en lo solo que debía sentirse.

Mi adolescencia fue así, salvo los pequeños ratos que compartía con May cuando la veía en el patio del instituto, me pasaba el día sola y sin nadie con quien pudiera hablar. Lo más triste de todo fue que al final, sin más remedio, me acostumbré a esa soledad tanto que incluso la disfrutaba, porque aunque fuera un lugar oscuro, era mi lugar oscuro, uno en el que nadie podía entrar y romper la paz que se respiraba en el silencio de mi propia compañía.

Estaba dispuesta a dejarles allí por ir con él, hacerle compañía y nunca separarme de su lado si así dejaba de sentirse en soledad. Sé que nunca me lo admitiría, pero yo podía ver en su rostro que se sentía solo. Podía verlo porque sé perfectamente lo que se siente y lo mucho que puede doler.

INEFABLE  [ *Niall Horan* ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora