INEFABLE [ *Niall Horan* ]

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"¿Qué ha pasado?" me dijo al verme con cara de haber llorado.

"¿Somos amigos, verdad?" asintió con la cabeza con algo de duda. "¿Puedo entrar? Como amiga" se hizo a un lado y me dejó pasar. Su habitación, más grande que la mía, como siempre, estaba simplemente iluminada por la luz que provenía de la ventana, por lo que estábamos a penas en una penumbra.

"¿Me vas a decir que ha pasado?" por mucho que intentara disimularlo seguía nerviosa, así que estaba de espaldas a él intentando evitarlo. "Evelyn" me puso la mano en el hombro y me aparté muy bruscamente de él, quedando de frente. Me había tocado, y era la primera vez que no quería que lo hiciera, que nadie lo hiciera.

"Lo siento..." dije al ver que se quedó paralizado al verme hacer eso, le había extrañado tanto como a mí. "Es difícil de explicar, no quiero hablar ahora de ello"

"¿Tiene que ver con Miley o algo?"

"He dicho que no quiero hablar de eso"

"Está bien, ¿entonces que se supone que quieres?" dijo algo enfadado. No le había pillado en buen momento y lo sabía, pero la verdad es que yo tampoco estaba de lo más amigable ahora.

"¿Puedo... quedarme aquí esta noche?" se quedó callado por unos instantes, yo tampoco me esperaba pedirle esto después de todo lo que ocurrió. "Como amigos. No te lo pediría si de verdad no lo necesitara, es que... no puedo dormir hoy en mi habitación, es complicado..."

"Sabes que puedes contármelo" suavizó su tono de voz al ver que se me habían caído unas lágrimas y volvía a estar llorando, me dolía tanto estar aquí pidiéndole esto, pero era la única manera de sentirme a salvo.

"No puedo contarlo, yo solo- no sé qué hacer ahora mismo" sollozaba como un bebé pequeño mientras, por instinto, me iba a un rincón de la habitación para sentarme allí a llorar desconsoladamente. No podía esconderme más, necesitaba soltarlo y por desgracia lo estaba haciendo delante de él.

"Evelyn se me parte el corazón al verte así, y más cuando no sé qué hacer para ayudarte" se acercó a donde yo estaba y volvió a tocarme.

"¡No me toques!" dije casi gritando, aunque al segundo me arrepentí de haberlo hecho. El simple roce de unas manos sobre mí me teletransportaba a aquel horrible momento que quería borrar con todas mis fuerzas de mi mente.

Me miró fijamente unos segundos mientras lloraba y de repente su rostro cambió a un semblante serio. Se quedó en completo silencio mientras sus ojos se volvían tan oscuros y negros como la noche. Desvió su vista de la mía y se puso en pie.

"Evelyn, ¿has salido ahora con la banda?" le asentí con la cabeza como pude, no sabía en qué estaba pensando pero yo no podía parar de llorar. "¿Estaba Andrew allí?" de repente paré de llorar quedándome completamente en shock mientras la habitación se llenaba de un silencio abrumador.

No sabía cómo lo sabía o cómo si quiera había llegado a la conclusión que el motivo de mis lágrimas eran por él, pero me asustaba. ¿Por qué siquiera lo sospechaba? No podía llegar a comprenderlo.

"Evelyn, ¿Andrew te ha hecho algo?" alcé mis ojos para mirar a los suyos en la penumbra de aquella habitación. No me quedaban más lágrimas que derramar. Mi silencio fue la respuesta que él necesitaba.

Cerró los ojos con rabia mientras se ponía la mano en la cara, no sabía que pensamientos rondaban ahora por su cabeza, pero podía llegar a imaginármelos. Pegó un gran grito maldiciendo que hizo que me levantara del suelo para quedar de pie mientras observaba como le pegaba puñetazos a la pared.

"Voy a matarlo" susurró en apenas un segundo y se fue directo a la puerta de su habitación. Corrí hacia él para frenarle y pude cogerle del brazo antes de que abriera la puerta para salir.