"No quiero que nunca más vuelvas a cohibirte conmigo" con mis dos brazos en sus hombros le empujé más hacia atrás en el sofá y pegué todavía más mis caderas a él, haciendo que estuviera a más altura y me tuviera que mirar desde abajo. "Si quieres que pare vas a tener que buscar una mejor excusa"
Esta vez fue mi boca la que atacó la parte izquierda de su cuello, casi a la altura de su oído. Estuve unos segundo besando y lamiendo todo lo que podía mientras su olor corporal llenaba mis fosas nasales con un placer que jamás creí que podía hacerme sentir su simple olor. Al ver que no reaccionaba, subí a su oreja y la rocé con mi labio inferior.
"Dime que quieres que pare de verdad y lo haré" dije susurrándole al oído con el tono más sensual y caliente que pude.
Mi mano derecha fue por el lado derecho de su cuello hasta llegar a su pelo y empecé a acariciárselo mientras me separaba poco a poco de su cuello para quedarme justo enfrente de él, nuestras narices unidas y nuestros labios rozándose. Mi lengua rozó sus labios para intentar que reaccionara de una vez y accediera a todo lo que le pidiera.
"A la mierda" me agarró del cuello ferozmente con su mano derecha y me acercó a él de un solo y rápido movimiento para atacarme los labios salvajemente, lo que hizo que soltara un gemido involuntariamente.
Me había pillado completamente con la guardia baja haciendo que mi cuerpo se calentara muchísimo más rápido, tanto que incluso notaba que mis bragas estaban excesivamente húmedas. Me besaba muy rápido y completamente lleno, como si de un animal salvaje se tratase. Su cuerpo desprendía tanto calor y había tanta tensión de repente en él que era como si se estuviese dejando guiar por sus instintos. El calor corporal que radiaba hizo que acercara todo mi cuerpo al suyo para sentirle, estábamos fundidos el uno con el otro mientras seguía besándome, era todo tan carnal.
Y aunque me encantaba y me ponía muchísimo que me agarrara del cuello o del pelo, empecé a subir mi mano hacia la suya mientras seguíamos besándonos ferozmente para que me soltara. Noté cada músculo tenso en su brazo mientras lo recorría, al igual que podía notar las venas de su antebrazo. Cada pequeño detalle, cada cosa que hacía, olía o sentía que provenían de él multiplicaba las ganas que tenía de hacer todo esto, cada pequeño detalle de Niall hacía que me gustara todavía más. Cuando por fin dejé las distracciones que él me provocaba, me separé de sus labios mientras acariciaba con mi pulgar la mano que estaba en mi cuello para que se tranquilizara un poco, estaba demasiado tenso y ansioso.
"Déjame a mí llevar hoy la iniciativa" le reclamé mientras abrí los ojos y le vi sonreír cuando me escuchó. Me di cuenta de que la habitación estaba cada vez más anaranjada por la luz solar que la iluminaba e iba desapareciendo poco a poco.
"Tus deseos son órdenes, Grace"
Estaba tan excitada que ni siquiera pude reaccionar al hecho de que me había llamado por mi segundo nombre, y aunque normalmente lo odiaba escuchárselo de sus labios había hecho que gritara por dentro eufóricamente. Lo primero que hice fue coger sus dos brazos y ponerlos detrás de su espalda para que no pudiera hacer nada.
"No vale tocar, no hasta que yo diga ¿vale?"
"Está bien"
Volví a besarle y, aunque lo hice igual de excitada de lo que estaba, no lo hice tan ferozmente como él hace unos minutos. Su respiración era pesada y podía notar como sudaba por dentro de la camiseta verde que llevaba. Largos segundos después me separé de él y le miré fijamente unos segundos, sus labios estaban hinchados y rojos por nuestros besos y la manera en la que había estado jugando con mi cuello minutos después. Sus ojos tenían un brillo peculiar y me miraban de forma distinta a la que lo hacían normalmente, tenía las pupilas completamente dilatadas y podía ver deseo en él. El pequeño rayo de luz dorada procedente de la ventana por la puesta de sol se proyectaba justo en él, haciendo ver su pelo castaño con tonos dorados y la perfecta piel de sus pómulos relucir por completo. Estaba convencida de que la imagen de él que estaba presenciando frente a mí era una obra divina, porque se veía como si fuera un ángel, era un ángel.
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INEFABLE [ *Niall Horan* ]
Fanfiction"¿Y cómo dices que te llamabas? " me dijo con un tono superior y burlesco. No me podía creer que fuera así de verdad, no cuando se le veía tan agradable enfrente de las cámaras. "Evelyn " respondí con el mismo tono que él había utilizado. "¿Evelyn q...