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Estábamos en su coche, de camino a mi casa. La luz artificial de las farolas eran las únicas que podían iluminar aquel lugar. Nunca antes me había sentido tan cómoda como me sentía en este momento con él, viajando por las carreteras de Londres mientras hablábamos tranquilamente. Me sentía como si estuviera en el lugar más seguro del mundo. Todo se sentía tan bien, era demasiado perfecto como para ser real.

"No me puedo creer que no te gusten las rosas, ¿a qué chica no le gustan las rosas?"

"Pues a mí. No sé, simplemente las odio, me parecen un cliché horrible con la cantidad de flores preciosas que hay"

"Ejemplo"

"Pues los tulipanes por ejemplo, o las margaritas, o la flor de nube que es mi favorita"

"En mi vida he oído hablar de esas"

"Son preciosas" sonreí un poco y puso su mano en mi rodilla mientras seguía conduciendo.

Estábamos llegando ya a mi casa, cuando al girar la calle pude ver un coche de policía parado justo enfrente de mi casa y a dos policías hablando con Miley en la calle. De repente, miles de ideas horribles empezaron a cruzarse por mi mente. Algo terrible tenía que haber sucedido para que la policía estuviera en mi casa hablando con ella. Nerviosa, me bajé del coche de Niall sin decir nada en cuanto frenó. Me dirigí hasta ella para ver que había pasado, mi corazón iba a mil por hora en aquel momento, no lo podía evitar. En cuanto estuve a tres metros de ella cruzamos miradas y en menos de dos segundos ya estaba a su lado.

"¿Qué ha pasado?"

"¿Dónde narices te habías metido?" me preguntó ella con un tono entre enfadada y preocupada.

"¿Ella es la desaparecida?" preguntó uno de los policías que había allí.

Mi mente se bloqueó por un momento

¿Desaparecida?

No entendía nada

"Sí, lo siento por haberles hecho perder el tiempo" les dijo May, esta vez avergonzada.

"Está bien, cualquier cosa que necesiten pueden volver a llamarnos"

"Gracias" fue lo último que dijo y nos quedamos las dos en silencio viendo como se dirigían al coche y se marchaban de allí. No me había fijado hasta ahora pero se la veía muy mal, con la cara roja y despeinada, mientras abrazaba un cárdigan que llevaba por encima de los hombros.

"¿Qué ha pasado? ¿Estás bien? ¿Alguien te ha hecho algo?"

"No, qué narices te ha pasado a ti, ¿dónde estabas?"

"Me fui con Niall a su-"

"¿Y te vas sin avisar, dejando tu móvil, tus llaves y todo en casa?"

"Salí corriendo y me despisté, no estaba planeado"

"Eres una egoísta de mierda"

"¿Perdona?"

"¡¿Cómo coño se te ocurre marcharte todo el día sin decir absolutamente nada!?" estaba empezando a alzar la voz, lo bastante como para que hiciera eco en toda la calle.

"¡Surgió así sin más! ¿Cómo puedes estar diciéndome esto? Puedo ir a donde me de la gana y con quien me de la gana" le grité yo también de vuelta, para después escuchar la puerta de un coche cerrarse, sabiendo que Niall se había bajado de él y que estaría detrás de mi escuchándolo todo.

"¿En serio? ¡Cómo se te ocurre a ti hacer eso! ¿De verdad piensas que iba a estar tan contenta sin saber nada de ti?"

"Estás exagerando muchísimo, no sé qué narices te ha picado"

INEFABLE  [ *Niall Horan* ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora