Capítulo 10

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En el castillo la fiesta había concluido ya hace tiempo, mientras en el salón de baile aún permanecía el Rey Qiren en espera de la llegada de su hijo, pues le había mandado llamar hace unos momentos

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En el castillo la fiesta había concluido ya hace tiempo, mientras en el salón de baile aún permanecía el Rey Qiren en espera de la llegada de su hijo, pues le había mandado llamar hace unos momentos.

Xichen no tardó mucho en arribar al salón donde se le esperaba, está nervioso, no sabía bien que esperar esta ocasión por parte de su padre.

Al entrar saludo cortésmente antes de peguntar— ¿querías verme padre? —en su voz había duda pero también algo de esperanza, quizás su padre había cambiado de opinión sobre su matrimonio.

—Ha habido un cambio en nuestros planes de boda —declaró el Rey simplemente.

—¿Si? —preguntó esperanzado el Príncipe.

—Te casarás con la Princesa Yanli en dos días —declaró el Rey y con esa declaración Xichen sintió como si se sellara su sentencia.

Al escuchar aquello, la mente de Xichen quedo en blanco por un momento, juraría que podía sentir como si recibiera un puñetazo en el estómago, tenía que haber escuchado mal, si eso debía ser.— ¡¿Qué, en dos días?! ¡No!, no puedo padre, no lo hare —gritó alarmado, no había escuchado mal, su padre de verdad le quería casar lo antes posible.

Estaba completamente desolado y decepcionado que su padre no le escuchara por más que le insistiera en que no quería casarse, al menos no con la princesa Yanli, que aunque era una mujer maravillosa , no era a quien le pertenecía su corazón.

Qiren estaba molesto, no furioso, su rebelde hijo se atrevía a gritarle— ¡¿No puedes que?! —bramó el Rey con molestia.

Cuando Xichen recupero su voz, objeto la decisión de su padre.— ¡El casarme con alguien que no amo! —contestó alzando la voz.— Padre, por favor, te lo ruego, escúchame, no deseo casarme con ella, por favor... —suplicó y suplicó, pero sus palabras cayeron en oídos sordos.

Qiren frunció en ceño aún más.— Tonterías Xichen, tienes que casarte con la Princesa Yanli para aliar nuestros dos reinos, déjate de lloriqueos y compórtate como dignidad, ya no eres un niño—dijo el Rey.— ¿Oh acaso tienes algo que reprocharle a la Princesa Yanli? —preguntó a su hijo.

Secándose las lágrimas que habían escapado de sus ojos respondió.— No, claro que no, ella es una chica maravillosa —respondió Xichen rápidamente.

—Entonces no hay nada que discutir —declaró el Rey, dando a entender que no deseaba continuar con la discusión.

Pero antes de que pudiera despedir a su hijo, este hablo nuevamente.— Padre...tú en una ocasión me dijiste que los grandes Reyes toman decisiones difíciles —dijo Xichen.

—Exacto —afirmó el Rey.

—Esto es lo más difícil que he hecho —dijo Xichen con tristeza—, pero no puedo pasar el resto de mi vida con alguien a quien no amo —concluyó con gran seriedad, acto seguido deposito su corona en la mesa frente a su padre.

El Príncipe de la IslaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora