Capítulo 18: Polvo de hadas.

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Los días pasaron con tranquilidad después de mi ida al mundo oscuro, todavía necesitaba tres ingredientes en mi lista

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Los días pasaron con tranquilidad después de mi ida al mundo oscuro, todavía necesitaba tres ingredientes en mi lista. A pesar de las palabras de esa chica Victoria, no iba a detener mi búsqueda para poder revivir a mi madre. Quería respuestas y la única que podía dármelas era ella.

Mire la lista, leyendo los tres últimos ingredientes que me faltaban: Polvo de Hadas, el corazón de una sirena y... sangre de un inocente. No tenía buena espina con los últimos dos, para obtener el corazón de una sirena tenía que matarla y la sangre de un inocente... ni siquiera quería pensar en ello.

Me acerque a la cocina bostezando mi sueño, era sábado. Así que los chicos se levantan muy tarde. El olor dulce me llego a las fosas nasales, llena de confusión me adentre viendo a Victoria revolviendo una olla.

- ¡Buenos Días! – Dijo, sonriendo hacia mí. Sus ojos estaban desenfocados lo que me hizo saber que estaba colocada ¿Es que no podía presentarse sin drogarse?

- ¿Qué haces aquí? – Mire al reloj cerca de la nevera – A las once de la mañana.

Victoria suspiro dramáticamente.

- Quiero acercarme a ti, además tus amigos me han ayudado con algo y quiero retribuírselos.

Fruncí el ceño.

- ¿En qué?

- Un trabajo que tenía pendiente – Victoria sirvió chocolate caliente en una taza y me la entregó. - ¿Te gustan los wafles?

- Me encantan – murmure dando un sorbo a mi chocolate. Estaba dulce y espeso, era perfecto – Eres buena cocinando.

Ella me sonrió mientras giraba un panqueque por los aires.

- Cocino de vez en cuando.

- ¿Estás drogada? – Le pregunto notando un ligero temblor en sus manos.

Victoria me mira fijamente.

- Si, esnife está mañana.

La fulmino con la mirada.

- ¿Por qué haces eso?

- Porque aleja el dolor. – Una mirada extraña pasa por sus ojos – Todo se entumece cuando estoy alcoholizada o drogada.

Pienso en ellos unos momentos ¿Qué tan mal tuvo que haberlo pasado para querer estar drogada todo el tiempo? Una sensación de tristeza inunda mi pecho observando lo frágil y delicada que es.

- Lo lamento.

Ella se detiene mirándome fijamente.

- ¿Por qué?

- Lamento... lo que sea que hayas pasado.

Su sonrisa ilumina sus ojos.

- No tienes que disculparte por algo que no has hecho. – sirviéndome un plato. Se sienta delante de mí con su propia taza de chocolate caliente. – Yo lo supero cuando estoy colocada.

Temporada de Magia Negra #1 [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora