Capítulo 24

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Alexander

Su pequeño cuerpo se acurruca contra el mio y por acto reflejo quiero rechazar el contacto, pero no puedo. Conozco bien el sentimiento para saber que está es una reacción secundaria del miedo.

Es como si su mente la sedara para que su miedo no la carcoma por completo.

Yo alguna vez estuve ahí.

—Maneja en círculos durante unos minutos y después regresa al hotel, pero mantente lejos de la entrada.

—Si señor— dice Ethan si apartar la mirada del frente.

Con la mirada seria acomodo mi abrigo otra vez sobre sus hombros causando que se remueva un poco, pero el movimiento de la camioneta vuelve a dormirla. Cuando se siente cálida otra vez lanza un suspiro aliviado y se aprieta más contra mí.

Joder Emma, no lo hagas.

Su cabeza termina en el hueco de mi cuello y sus delicadas manos se aferran a mi camisa. Mi cuerpo se tensa, eso es demasiado contacto y de una forma a la que no estoy acostumbrado.

Pero sé que algo le pasó con esa llamada, algo que la hizo querer huir desesperadamente de ahí y ahora mismo voy a descubrir que es. Con una mano la mantengo sujeta a mí por la cintura aun en contra de mi voluntad y con la otra saco mi móvil y llamo a la seguridad del hotel.

—Quiero que todas las cámaras estén siendo supervisadas ahora mismo, si algo desconocido o alguien sospechoso aparece me lo informan de inmediato.

—A la orden señor Roe.

Ethan aparca a unos metros de la entrada del hotel al lado de un árbol por la carretera y las otras dos camionetas donde viene mi personal de seguridad también paran detrás de nosotros, la luz de los faros me destella momentáneamente como siempre, pero me mantengo bien esta vez.

La lluvia sigue replicando contra el techo, pero con menos fuerza que antes. Desde aquí puedo ver los últimos escombros del derrumbe.

Suspiro pesadamente y miro a Emma. Ella insistió en que fue provocado, pero un derrumbe de esa magnitud no lo hizo cualquier persona y menos sabiendo que este proyecto era mio.

Solo hay una posibilidad.

Maldita sea. ¡Maldita sea! Me llevo la mano a la cara y la aprieto cansado y tenso hasta la muerte. Prefiero dejar que todos piensen que fue mi error, incluso creer yo mismo que fue mi error.

Haré como si no supiera sus jodidas intenciones, como si él no estuviera de vuelta, Ethan ya está investigando y espero que no sea él quién se entrometió en mi proyecto porque eso quiere decir que me tiene en la mira otra vez.

Pero si es así, ese cabrón no va a joderme y tampoco dejaré que se acerque a mi hermano.

En especial a él.

—Hay un auto viniendo por ahí señor Roe— dice Ethan sacándome de mis pensamientos.

Miro el auto plateado y vuelvo a llamar a seguridad. —El auto acaba de entrar investiga quién es, nadie puede acceder al hotel si está clausurado. — cuelgo —Toma las placas— le digo a Ethan y lo sigo con la mirada hasta que entra.

El teléfono de Emma suena en su bolso en ese instante y se despierta como de golpe haciendo que mi abrigo caiga de sus hombros. Sus ojos avellana me miran fijamente confundidos como si no supiera donde está y después el sonido de su celular la hace apartar la mirada.

Lo toma con las manos temblorosas y cuando ve la pantalla el poco color de sus mejillas desaparece por completo.

Trato de ver quién es, pero lo guarda repentinamente. ¿Qué demonios?

Tentación [Ya en Librerías]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora