El Chico de la Ventana. woosan (Adaptación)

XLVII

Debieron estar allí por más o menos dos horas, acariciándose y besándose, diciéndose las cosas que no habían podido decirse en ocho meses durante los cuales habían estado separados.

Wooyoung estaba ahora recostado boca abajo, sintiéndose como si hubiese hecho ejercicio durante miles y miles de horas. Pero el dolor valía la pena después de todo.

San dibujaba formas en su espalda desnuda, y lo besaba de vez en cuando, a lo que Wooyoung simplemente sonreía, sintiendo las agradables cosquillas que le provocaban los labios de San.

Ese debía de ser el mejor día de su vida.

—Te amo.—Dijo el mayor por décima vez en un minuto. Y no exageraba.

—Yo también te amo.—Respondió con una sonrisa, dándose vuelta en la cama para quedar frente al chico, que se quedó mirando fijamente su abdomen desnudo antes de que Wooyoung se cubriera con la sábana. San, en cambio, no hizo lo mismo y Wooyoung no pudo dejar de mirarlo fijamente, como si fuese la octava maravilla del mundo.

San era la octava maravilla del mundo.

La octava y todas las demás.

—¿Puedes no mirarme así? Me hace querer volver a hacerte el amor y mi madre debe estar por llegar...

—Lo siento.—Susurró sonrojado, sacudiendo su cabeza y fijándose en los cambiantes y hermosos ojos del chico de la ventana. En ese momento brillaban más que nunca.

—No puedo separarme de tí...—Murmuró San de repente.

—¿Qué?

—No puedo casarme con Emma. No puedo seguir a su lado... Soy tuyo, Wooyoung. No puedo permitirle a los demás creer algo diferente.

Wooyoung analizó lo dicho por el chico durante algunos minutos antes de mirarlo dulcemente, con una sonrisa en su rostro, preguntándole entre susurros:

—¿Entonces qué haremos?

El chico lo meditó unos instantes.

—No lo sé. Podríamos buscar en internet....

Wooyoung simplemente rió y besó tiernamente sus labios. Se veía tan hermoso cuando un rastro de inocencia atravesaba su mirada.

En realidad, siempre se veía hermoso.

Choi San era perfecto.

—¿Cómo no casarme con la estúpida de mi novia y huir con el hombre que amo? Yahoo Respuestas.—Se burló.

San simplemente rió contra sus labios, y li besó de nuevo.

Realmente, como se lo había dicho a Mingi y Yeosang luego de su primer beso, no había mejor sabor que la risa de San en su boca.

—Tengo un plan.—Susurró en medio del beso.

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Debió irse cuando la madre de San llegó a casa gritando improperios debido a un mal día de trabajo. Por suerte, cuando Emma decidió aparecer, el chico ya estaba dormido y la mujer no parecía ser lo suficientemente cruel como para despertarlo.

Aún así, Wooyoung se sintió enfermo cuando la vió recostarse al lado de San a través de la ventana. Ella ni siquiera se volteó a mirarlo, o se recostó en su pecho, o besó dulcemente su mejilla deseándole buenas noches. Simplemente se dió media vuelta y se acurrucó en las sábanas.

Wooyoung se preguntó si existía alguien más idiota en el mundo.

Se despertó a la mañana siguiente completamente feliz al encontrar varias marcas de los labios de San en su cuerpo.