San no había gritado ni se había alejado bruscamente de la ventana como en las peliculas. Simplemente se había quedado allí, viendo como su novio caía de la ventana de su vieja habitación directamente hacia los arbustos no siendo lo suficientemente frondosos como para evitar que se diera un buen golpe.
"Levantate, Woonie. Levantate." Suplicaba desesperado en su cabeza, pero el chico seguía allí, sobre el pasto, la tierra y las hojas de los arbustos, sin siquiera dar señales de vida.
Sus dedos comenzaron a chasquear al instante, y la respiración se le dificultaba lentamente.
"¡Ve, idiota!" Se gritó a sí mismo "¡Pudo haberse roto el cuello!"
Esto ultimo fue lo que le dió fuerzas para salir corriendo de allí, apenas colocándose una chaqueta negra para cubrirse la delgada tela del pijama azul oscuro que estaba usando.
Salió de casa sin siquiera haberse puesto zapatos.
Lo encontró sobre la tierra, con las extremidades flojas, completamente inmovil.
No pudo detallar si había sangre debido a la oscuridad de la noche, pero lo que realmente le importaba en ese momento era comprobar que su novio todavia tenía pulso.
Cayó al suelo de rodillas, sintiendo sus piernas desfallecer y a su cuerpo temblar. Se acercó lentamente a su novio con lágrimas comenzando a descender por sus ojos, sus manos ensuciandose al tocar el suelo.
—Woonie... Woonie, mi amor...—Sollozaba mientras se acercaba, el aire escapando de sus pulmones rápidamente, viéndose obligado de esta forma a tomar aire con su boca.—Levantate, por favor...
"Idiota, acaba de caerse desde tu ventana. Claramente eso no va a pasar."
Y no pasaría porque aquello no era un cuento de hadas. En la vida real las hadas madrinas no llegan mágicamente a darte un bonito vestido. En la vida real, las princesas no caen de la ventana y simplemente se levantan cantando una bonita canción.
Respiró hondo cuando estuvo lo suficientemente cerca de él como para llevar sus sucios dedos a su cuello y percibir su pulso.
De inmediato dejó escapar todo el aire contenido en sus pulmones.
Estaba vivo.
Jung Wooyoung estaba vivo.
"Busca a alguien, idiota." Fue lo que le dijo su mente al instante que lo supo.
No había momento para saltar de felicidad. No había momento para sonreír. Tenía que hacer algo. Tenía que llamar a alguien. Necesitaba ayuda.
Pero justo en ese instante sintió a sus pulmones vaciarse completamente y al miedo aumentar a su máxima expresión. Se alejó un poco intentando recuperar el oxígeno, sentándose sobre la tierra, la silueta del inmovil cuerpo de Wooyoung aterrandolo más de lo que ya lo estaba, sus dedos chasqueando de inmediato...
No quería perderlo.
Definitivamente no quería hacerlo.
—¿San?—Preguntó alguien a sus espaldas con desesperación.—... ¡San!
Era su madre.
De inmediato la escuchó correr hacia él, acercándose a Wooyoung al instante.
—¿Qué... Qué sucedió, San?—Le preguntó mientras le tomaba el pulso al inconsciente chico.
San había comenzado a mecerse hacia delante y hacia atras, los sonidos de sus dedos haciéndose cada vez más altos.
"No, idiota, no. Este no es momento para un ataque ¡No!"
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El Chico de la Ventana. woosan (Adaptación)
Fanfiction"Choi San es un imán para las enfermedades, Wooyoung es un imán para atraer a San." Adaptación. Historia original creada por: Lore @AllysonDeVil #1: Ateez 26/12/20 #2: Woosan 31/12/20