El Chico de la Ventana. woosan (Adaptación)

XXX

Wooyoung abrió los ojos ampliamente y se separó de su novio al instante, volteando a mirar hacia la enojada voz. Se trataba nada más ni nada menos que del padre de San.

El chico de inmediato supo que su novio se separaría y le diría a su padre que todo había sido una confusión. Sabía que le diría al hombre que Wooyoung lo había tomado desprevenido. Sabía que negaría conocerlo. Sabía que lloraría esa noche, y que luego San haría algo extremadamente tierno y lo perdonaría porque ambos eran idiotas.

De nuevo, San lo sorprendió.

—Papá... yo...—Respiró hondo, sus dedos chasqueando levemente, Wooyoung negándose a tomar su mano para tranquilizarlo, las mejillas de ambos completamente rojas.—... Él es mi novio, Jung Wooyoung.

Wooyoung casi sintió que podría morir en ese momento. El padre de San estaba mirándolos con la peor expresión de furia en su rostro, pero San solo sonrió y le dió la mano a Wooyoung, de inmediato los chasquidos siendo reemplazados por caricias a sus nudillos. El menor solo podía temblar, pero aún así, muy en su interior, se sentía completamente feliz. Tal vez debía empezar a creer el hecho de que San jamás haría lo que él creía.

—¿Podrías explicarme esto, San?

—Señor Choi, sé que no esperaba esto, pero nosotros solo...—Quiso explicar Wooyoung completamente nervioso y avergonzado.

—Nos estábamos... besando, papá.—Explicó San nervioso, como si no hubiese sido obvio aquel hecho.—Y antes de que me digas nada, sí, Wooyoung es un... un hombre... por si no lo... notaste.—Wooyoung sentía a su novio temblar ligeramente, sus manos sudaban y había nerviosismo en su voz, además del tartamudeo y el hecho de que solo estaba mirando hacia el suelo.—Y yo también lo soy... por si no te habías dado... cuenta.—Agregó.—Y sí, amo a Wooyoung.—Esto último lo dijo completamente seguro, sin tartamudeos. El corazón de Wooyoung palpitó rápidamente, queriendo escapar de su pecho.—... Y tal vez a ti no te guste que lo haga, pero... Voy a... Seguir haciéndolo porque... Puedo.—Prosiguió.—Además, mirale el lado positivo, nada de embarazos...

—¡San!—Se quejó Wooyoung, sabiendo que no podría mirar al señor Choi a los ojos nunca más sin sentirse completamente avergonzado por lo que su hijo acaba de decir.

—¡No me importa que te beses con un perro! ¡Pero que lo hagas de esta forma, frente a MI casa, es intolerable!

Wooyoung lo comprendía. Ahora se sentía mucho peor. Él era el que había insistido con que San lo tocara de esa forma, aún sabiendo donde estaban.

—Papá, por favor... No hicimos nada malo.

—Besarse de esa forma en medio de la calle sí es algo malo, San.—Le recriminó, y luego se acercó a su hijo lentamente, sujetándole los hombros.—Sobretodo si tu madre te ve.—Susurró dulcemente. Wooyoung se sintió confundido por el repentino cambio en la voz del hombre.—No quiero hablar mal de ella, pero tú sabes que Yoona es algo cerrada con estos temas y seguramente todo el planeta sabría de su relación en cuanto...

—Papá, es imposible que todo el...

—Es sólo una expresión, San.

—Creo que yo... Me iré.—Susurró Wooyoung soltando rápidamente la mano de su novio. Aunque deseaba estar junto a él, lo cierto era que San necesitaba hablar con su padre, y él necesitaba tomar un respiro.

—No tan rápido, jovencito.—Dijo Seungyoon de inmediato sujetándole el brazo, no con rudeza, pero de una forma que a Wooyoung no le permitió marcharse.—Necesito hablar contigo. Con los dos, en realidad.

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Los chicos y Seungyoon caminaron durante cinco minutos buscando un lugar en el que Yoona no pudiese encontrarlos fácilmente.