CAPÍTULO 1.
The way it used to be- Pet Shop Boys
Ahora mismo estoy deseando volver a ser esa niña pequeña a la que no le preocupaba nada y que sus madres eran las que se encargaban de todo. Si me metía en un problema, ellas me sacaban de ahí, si me ordenaba la habitación cada semana, me daban una chocolatina, si suspendía un examen, recibía miradas de lástima y apoyo, pero no siempre, cabe recalcar. El caso es que, todo eso cambia cuando eres mayor de edad y no sabes qué hacer con tu vida.
Ahora debo apañármelas sola. Debo tomar mis propias decisiones y ser consciente de las consecuencias que pueden haber más adelante.
Por eso estoy mirando la pantalla del ordenador indignada, al ver que no hay más puestos en la residencia de la Universidad para hospedarme.
Mierda.
Me paso las manos por el rostro y muerdo mi labio barajando diferentes ideas. Pero supongo que la más prometedora es buscar una compañera de piso.
Abro el buscador e indago apartamentos cerca de allí y con una habitación para alquilar.
Repiqueteo mi pie nerviosa, casi ninguno me llama la atención.
Me desconcentro cuando mi teléfono suena. Me levanto de mi silla y descuelgo la llamada.
—Mamá—digo.
—¿Ya has reservado tu plaza?
—No.
—¿Y a qué esperas?
—Está todo ocupado. Debería haberlo hecho tiempo antes...
—Vaya—rechista—. Bueno, te puedo buscar un apartamento y lo podemos alquilar...
—Prefiero una compañero de piso. No quiero vivir sola a esta edad.
—Sí, a veces se me olvida que tienes miedo a quedarte sola en casa y que aparezca un monstruo a comerte.
—¡Mamá!—mi voz sale algo aguda.
—Estaba bromeando, Angie. Bueno, ¿y has encontrado una compañera?
—Me has llamado cuando la estaba buscando.
—Ah, entonces no te molesto más. Tu madre y yo vendremos a casa dentro de poco.
—Vale. Hasta luego.
Se despide y dejo el móvil en la mesa.
Suspiro y cierro los ojos.
—¿Va muy mal todo?—Jake, mi hermano mayor, habla a mis espaldas. Me giro hacia él y asiento.
—Es que...
—Ya he escuchado lo que has dicho.
—Te quejas de que soy cotilla pero tú no te quedas atrás.
Suelta una carcajada mientras se frota la barba de dos días.
—Razón no te falta.
—¿Te quedarás hoy a cenar o irás a tu casa?
—Iré a cenar fuera con Alyssa—se sienta en la silla donde yo estaba. Alyssa es su pareja desde hace años.
—¿Qué tal está?—pregunto por ella.
—Muy bien.
—Tengo que buscar un apartamento—digo señalando un ordenador.
—¿Quieres que te ayude?
—Vale—me pongo a sus espaldas y poso mis manos en sus hombros—. Que no esté muy lejos de la Universidad.
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Después de aquel día © [#2] (Pausada)
عاطفيةAngélica y Troy no se ven desde hace más de dos años. La última vez que se vieron, ella tenía dieciséis años y las cosas no terminaron de la mejor manera. Ahora Angélica debe empezar la Universidad, y con ello debe solicitar una plaza en la residenc...