CAPÍTULO 28
Podría ser peor- La casa Azul
"Qué brutal y qué terrible es la sinceridad. Como solo dos palabras pueden destrozar los tímpanos, el corazón y la bondad."
Narra Angélica Davis
Me remuevo entre las sábanas y abro un ojo cuando empieza a sonar una alarma espantosa. Eso me hace recordar que no estoy durmiendo en mi cama y que la persona que tengo prácticamente debajo es Troy.
-Dios-susurra con voz ronca y alarga el brazo para detener la alarma. Se aparta el cabello negro enmañarado de la frente y abre un ojo para verme-Buenos días.
-Hola-me quito de encima de él y estiro mi cuerpo tratando de despejarme un poco-. Tengo mucho sueño, no quiero ir a hacer clase.
-Ni tú ni nadie, pero es lo que toca-se levanta rápido con un gruñido y veo que camina hasta el baño-. Voy a darme una ducha.
El pensamiento de unirme a él pasa por mi mente, pero, honestamente, estoy tan cansada que no tengo ni fuerzas para abrir del todo los ojos.
Bostezo varias veces y miro el techo pensativa. Sigo sin creerme que de un día para otro estemos así, durmiendo juntos y... soportándonos.
Aunque no me termina de convencer la idea de que estemos haciendo esto sin aclarar todo lo que pasó entre nosotros hace años. Es como si le siguiera teniendo rencor y a la vez lo deseara con toda mi alma. Se lo comentaré esta tarde a mi psicóloga.
Las sesiones semanales me están yendo muy bien, estoy aprendiendo a entenderme a mí misma poco a poco y a cómo entender a los demás. También a cómo poder enfrentar los problemas con mi madre o el estrés que he estado acumulando todo este tiempo.
Me levanto de la cama y abro la puerta en silencio, no me da tiempo ni a sacar la cabeza para mirar si está despierta porque me la encuentro de cara.
-¡Lo sabía!-pega una palmada al aire y me señala con un dedo acosador-¿Por qué no me dijisteis nada?
-Porque aun no me ha dado tiempo, fue ayer cuando...
-¿¡Ayer?! ¡Pasamos la tarde juntas!
-Bueno, pero ahora ya lo sabes, así que baja la voz y péinate un poco el pelo que das miedo.
Instintivamente, Chiara se pasa las manos por el pelo deprisa y aprovecho para salir del cuarto e ir hacia el mío para vestirme con ella siguiéndome.
-¿Y vais en serio?-pregunta mientras yo rebusco en la cómoda unos pantalones largos.
-No lo sé.
-¿Se lo dirás a tus madres?-detengo lo que hago al pensar en eso.
¿Se lo diré a Stella y Lia? Mamá dijo que si me veía cruzar palabra con Troy... Aunque en su exposición no pareció enfadada conmigo. Saco esa idea de mi mente porque, primero que nada, lo que hay entre Troy y yo ahora mismo no tiene nombre.
-No lo sé-respondo.
-Así que no sabes nada.
-Exacto-Chiara suelta un suspiro sonoro. Agarro toda la ropa que necesito para vestirme y me encierro en el baño con su voz al otro lado de la puerta.
-Bueno, creo que dejaré de interrogarte por ahora porque tengo hambre, voy a preparar la cafetera.
Esucho sus pasos alejarse un poco y como empieza a abrir armarios. Me termino de vestir y salgo del baño cinco minutos después. Troy ya se encuentra sentado en el taburete de la isla de la cocina sirviéndose leche en una taza, me sonríe de lado cuando me ve y yo le devuelvo la sonrisita.
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Después de aquel día © [#2] (Pausada)
RomanceAngélica y Troy no se ven desde hace más de dos años. La última vez que se vieron, ella tenía dieciséis años y las cosas no terminaron de la mejor manera. Ahora Angélica debe empezar la Universidad, y con ello debe solicitar una plaza en la residenc...