Capítulo 34

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CAPÍTULO 34

Vigilante Shit- Taylor Swift

Narra Angélica Davis.

Un ruido me distrae y me hace desviar la vista: Jake. Se acaba de levantar de la silla con una mueca de confusión absoluta.

Dios mío, esto no puede estar pasando.

-¿Qué está...?-mi hermano también quiere saber qué demonios está sucediendo, lo noto en su tono de incredulidad y alucinación. Aun así, no consigue acabar la pregunta porque la madre de Charles lo interrumpe.

-Hijo-Joder, el silencio es tan tenso...-, no sabíamos que ibas a traer compañía.

-Bueno, es que ella aún no sabía si podría asistir por asuntos familiares, pero al final resulta que ha podido-responde Charles. Le ha cambiado mucho la voz, es más varonil y menos aguda. Se nota que ha cambiado físicamente, pero parece que sigue siendo el mismo imbécil inteligente e hijo favorito.

Pero noto en los ojos de sus padres que este ha sido un golpe bajo, muy bajo.

Me obligo a tragar saliva y me giro hacia Troy, que no ha dejado de mirarlos.

Susurro su nombre solo para nosotros. Entreabre los labios intentando decir algo, pero el nudo que debe de tener en el pecho no se lo permite. El alma se me cae a los pies: Esta va a ser la peor noche para Troy, y yo no quiero que eso pase.

De repente, sus ojos algo enrojecidos se cruzan con los míos.

-Angie, no estoy entendiendo nada.

Sacude la cabeza a punto de derrumbarse y mi instinto me obliga a agarrarlo de la mano y llevármelo hacia la primera puerta que encuentro.

Nos encerramos en el baño principal y echo el pestillo para que nadie nos interrumpa.

-No entiendo nada, no entiendo nada, no lo entiendo...-empieza a pasearse de arriba abajo, nervioso, impaciente. Trato de seguirlo y consigo agarrarlo de los hombros para detenerlo y tenerlo frente a mí.

-Troy, para. Escúchame.

El que empiece a respirar tan aceleradamente es muy mala señal. No quiero que lo pase así de mal por culpa de su hermano.

-¡Joder, Angie! ¡No lo entiendo! - se queja con la voz ahogada. Se pasa las manos por la cara temblando.

-Yo tampoco entiendo nada, ¿vale? -no contesta, solo sigue inquieto y acelerado.-Troy, necesito que te tranquilices, por favor. No me gusta verte así.

-No puedo, no puedo. Es que no lo entiendo, Angie. ¿Por qué la traería? ¿Para tocarme los cojones? ¿Para hacerme daño? Porque si es eso lo que quería, ¡lo ha conseguido, joder!

-¡Troy, para! No alces la voz, necesito que te tranquilices. ¿Quieres irte a casa?

Me mira unos segundos con una mirada extraña, y de pronto me doy cuenta: Le he hecho entender que su casa es el apartamento, donde el vive conmigo y con Chiara.

-No quiero parecer débil frente a él. Estoy seguro de que lo que quiere es eso, no voy a permitírselo. Que se joda. No me va a arruinar, ni él ni Mackenzie.

Asiento de acuerdo con él y apoyándolo.

-¿Quieres salir fuera? -pregunto. Aún se ve un poco alterado.

-Sí, pero antes tengo que hacer algo-frunzo el ceño mirando a mi alrededor, ¿qué tiene que hacer ahora?

-¿Qué...?-sus labios me acallan con un beso largo y profundo. Coloca sus manos cálidas en mis mejillas y siento mis rodillas debilitarse. Hay algo que me gusta mucho de Troy y es que me pilla desprevenida en cada momento, y el que me tome por sorpresa hace que esos gestos me provoquen aún más. Segundos después, se separa porque sino ambos sabemos cómo podría acabar esto.

Después de aquel día © [#2] (Pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora