CAPÍTULO 6.
Crush Culture- Conan Gray
El entreno de ayer me dejó muerta, pero me obligo a levantarme para empezar con la mudanza.
Me doy una ducha y cuando salgo me seco el cuerpo y el cabello. Bajo hasta la cocina y me preparo mi desayuno, escucho la puerta de casa cerrarse y deduzco que es Jake.
—Buenos días, Angie—se acerca a mí y besa mi cabello—¿Ya tienes algunas cosas preparadas? Para ir metiéndolas en el coche.
Nos hemos querido ahorrar llamar a una empresa para que me lleve las cosas, ya que no tengo que llevar gran cantidad, en unos cuantos viajes con el coche de Jake ya habremos llevado todo.
—¿Has desayunado?—pregunto—Te puedo preparar un café—ofrezco siguiéndolo con la mirada.
—No, ya he comido—se detiene mirándome y alzo una ceja—. Bueno si hay un poco de...
—En el armario—lo interrumpo porque ya sé qué me va a pedir. Jake abre la puerta del armario y saca las galletas de chocolate. Coge unas cuantas y se sienta en el taburete a mi lado para comérselas.
—He visto en las noticias de Manchester que ganásteis el partido—habla con la boca llena.
Asiento y tomo un trago de mi café.
—Últimamente nos va bastante bien. El entrenador está contento conmigo, bueno—ladeo la cabeza—, depende del día, porque muchas veces llego tarde a los entrenamientos.
Mi hermano ríe un poco y nos quedamos en silencio unos segundos.
—¿Tienes ganas de empezar tu nueva vida?—alza las cejas varias veces sacándome una sonrisa.
—La verdad es que sí.
—Más te vale que así sea, porque se me hará rarísimo no verte por aquí.
Estoy ansiosa por saber cómo se vive sin la presión de mis madres a mis espaldas. Quiero ponerme en serio con la Universidad, y creo que mudarme a un lugar donde tengo dos compañeros que están en la misma situación que yo, me puede ayudar y motivar a estudiar.
Jake se termina su última galleta y se frota las manos antes de bajar del taburete.
Lo observo, casi nunca cambia, sigue conservando su sonrisa radiante, aunque ahora cada vez que sonríe unas pequeñas arrugas aparecen en el costado de los ojos, de vez en cuando lleva una barba de dos días, aunque siempre se acaba afeitando porque me dice que si no se siente muy viejo, aunque no tiene ni treinta años, mi hermano es un poco paranoico con perder su sex-appeal, así lo dice él.
Aunque Jake siempre ha sido una persona increíblemente atractiva. Los genes de la familia, diría yo.
Me bajo del taburete cuando termino el desayuno y dejo el plato y el vaso en el fregadero.
—Dejé en mi coche el tocador ya desmontado para llevarlo—informo.
—Pues lo transportaré al mío, ¿tienes alguna caja ya hecha?
Señalo la caja que dejé ayer al lado de la puerta del cuarto de invitados.
—Son productos de belleza—aclaro—. Pesa un poco.
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Después de aquel día © [#2] (Pausada)
RomanceAngélica y Troy no se ven desde hace más de dos años. La última vez que se vieron, ella tenía dieciséis años y las cosas no terminaron de la mejor manera. Ahora Angélica debe empezar la Universidad, y con ello debe solicitar una plaza en la residenc...