capitulo 37

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By Harry

Dolor.

Dolor era lo único que sentía desde que abrí mis ojos aquella vez en el hospital hace exactamente tres meses y medio. 

Todos regresamos a la mansión luego de recuperarnos en el hospital, unos antes que otros, pero sólo había un problema: Louis. No me hablaba, no me miraba, no me tocaba. Estaba realmente agotado de su actitud, aunque comenzaba a acostumbrarme y eso no era nada bueno. Sé que debo darle su tiempo, todos dicen lo mismo, pero no puedo esperar para siempre. 

Louis no baja a comer como todos los demás lo hacen, Niall o Bill deben llevarle la comida  que apenas toca, estaba muy preocupado por él.

El doctor Adams, nuestro psicólogo, y digo nuestro porque ahora pasa más tiempo con Louis que conmigo, nos visita cuatro veces a la semana, Lunes y Jueves con Louis y Miércoles y Sábados conmigo. Bill se negó rotundamente a obtener ayuda psicológica, lo entendía, yo tampoco la necesitaba, pero a veces era agradable tener alguien que te escuche, que te aconseje, una persona de confianza que sabes que nunca revelará tus más grandes secretos a nadie, porque en realidad no puede hacerlo ya que es parte de su trabajo. A veces es necesario tener a esa persona, aunque sea de manera profesional y no amistosa. 

Doc me había comentado que Louis aún no le decía nada de suma importancia, nada que pudiera utilizar para mejorar su situación, no sabía la raíz del problema y por lo tanto no podía ayudarlo demasiado. 

Louis dormía en su cuarto y yo en el mío, odiaba ese lugar, tan solo me recordaba lo que había pasado allí hace varios años. 

Doc me había explicado por qué inconscientemente prefería dormir en mi cuarto y no en alguna otra habitación disponible en el segundo piso, o el tercero, también lleno de cuartos más pequeños. La razón estaba en mi mente.

 
Crecí aquí toda mi vida y nunca subí a la tercera planta, había en un rincón de la sala grande unas escaleras que te llevaban a ella, pero no me atrevía a subir, y nadie más debía hacerlo porque estaba prohibido.

 
Cuando desperté después de la cirugía lo primero que hice fue pensar en Louis, pero no podía verlo hasta estar un poco más estable. Luego me llevaron a una habitación y me dijeron que él estaba sólo a unos pasos de mí, por lo que insistí aún más en verlo. No me esperaba que reaccionara de la manera en que lo hizo, primero me gritó, me golpeó, luego se desplomó en el suelo a punto de entrar en una crisis nerviosa cuando el doctor lo tocó, y por último, me despreció, me humilló, me hirió, me mintió.

 
Dijo que no me amaba. Lo cual fue la mentira más grande que alguien me hubiera dicho. No era estúpido, sabía que Louis se sentía culpable por todo lo sucedido, también sabía que quería irse, pero no podía hacerlo hasta cumplir la mayoría de edad, ya que yo era su tutor legal. No lo iba a dejar escapar de todo esto, él debía afrontarlo y superarlo junto a mí.

 
Cuando se marchó de mi cuarto en el hospital, el doctor me dijo que era normal que reaccionara de esa manera. Lo comprendí al instante, sólo estaba reprimiendo todos sus sentimientos, ocultándose en sí mismo, permitiendo que los pensamientos negativos se apoderaran de él. Yo no podía permitir eso, debía ayudarlo, pero aún no sabía cómo.

 
El doctor me informó sobre todo lo que había sucedido con mi cuerpo, por suerte no quedó en mí ninguna secuela que no pudiera ser manejada, cuando me dejó por fin solo, Luke y Bill vinieron a ver cómo estaba. En ese momento creí que querían saber sobre mi salud, pero en realidad luego de abrazarme y unas cuantas lágrimas y disculpas de parte de Luke comenzaron a hablar sobre todo lo que le diríamos a la policía. Que sólo fueron dos las personas involucradas, mi hermano Edward, quien había desaparecido sin dejar rastro alguno, y "Craig Muller", el hombre que había abusado de Louis. Gracias a todos mis contactos, él estaba bajo arresto, y así permanecería por otros treinta y ocho años debido a todos sus antecedentes y cargos.

La mansión Styles |l.s|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora