capitulo 11

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Atención: este capítulo contiene violencia sexual.
Si no estas acostumbrada/o a leer esas clases de cosa, por tu propia Salud mental, te recomiendo no leerlo.
Gracias

By Louis

Estaba cocinando algo de pasta para que Lottie comiera. Ella todavía dormía pero no quería despertarla ya que anoche no había dormido casi nada.

Terminé de preparar los fideos, los coloqué en la olla y la tapé. Era simple, solo fideos blancos, sin salsa ni nada.

Me dirigí al cuarto que compartíamos. Lottie estaba descansando, su cabello rubio era un
desastre y apenas roncaba.

-Charlotte...- La llamé mientras movía suavemente su hombro.- Lottie, despierta...- Lentamente abrió sus ojos iguales a los míos y sonrió al verme.- Hola.- Besé su frente.- El almuerzo está listo.

-Voy.- Estiró los brazos y suspiró.

Salí del cuarto para dejarla cambiarse y esas cosas.

Luego de unos pocos minutos Lottie asomó su cabeza por el umbral de la puerta.

-¿Otra vez pasta?- Preguntó haciendo pucheros.

-Es lo que hay.

-Bueno, con que lo hayas hecho tú alcanza.- Rió.

-Gracias, supongo.- Sonreí y ella se acercó a la mesa, besó mi mejilla y se sentó en su silla.

-¿Pudiste descansar?- Le pregunté apoyando mis codos sobre la mesa y cruzando mis dedos.

-Síp.- Dijo ella levantando el tenedor con comida y llevándolo a su boca.- Esto está delicioso.- Habló con la boca llena.

-No hace falta que me mientas.- Reí.- Sé que odias la pasta pero no hay otra cosa.

-Lo sé, pero no importa mientras lo hagas tú. Ya lo había dicho, ¿no?

-Sí, varias veces.- Le sonreí.

-Es porque es verdad, si tú estás a mi lado, todo mejora.

-Gracias Lottie.- Amo a mi hermana, es lo más importante que tengo.- Sabes que te quiero,¿verdad?

-Sí. Soy la mejor hermanita que pudieras tener.- Guiñó un ojo.- Yo también te quiero LouLou.

-Ya, come.- Negué con la cabeza y con una pequeña sonrisa en mis labios.

Luego de controlar que Lottie comiera todo lo de su plato fui al cuarto de mi madre para ver si se
encontraba bien. Había dicho que le dolía la cabeza.

-Mamá.- Golpeé la puerta.- ¿Puedo pasar?

-Sí hijo, pasa.- Abrí la puerta y mamá estaba con cara de cansancio y unas enormes ojeras.

-¿Estás mejor?

-Sí, el dolor ha pasado.

-¿Hoy no irás a trabajar?- Necesitaba saberlo ya que, a pesar de sentirse mal, nunca faltaba.

-No estaré en el burdel porque vendrá un cliente a casa. Lamento decírtelo hasta ahora, debí avisarte antes, pero con el cansancio y el dolor de cabeza lo olvidé por completo. Vendrá a las nueve y me pagará muy bien. Tendremos para comer durante tres semanas.

-Está bien.- Anteriormente habían entrado varios hombres a casa y yo me encargaba de sacar a Lottie para que no escuchara nada. Muchas veces golpeaban a mamá y la hacían sufrir para placer propio. Ella decía que no me preocupara, que eso era normal y era su trabajo.

La mansión Styles |l.s|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora