Y hoy le tengo una sorpresa yo. Nuestra relación estaba como viento en popa. Amo provocarlo, excitarlo en público, o darle celos, sin que nadie se dé cuenta, saco un lado de el tan exquisito que con dos pujes me hace venirme. Sabía que era el momento solo con sus gestos.
1 – la seriedad de su rostro, se transformaba completamente, sus ojos se volvían tenso.
2 – su lengua pasaba por su mejilla interna e intentaba dar sonrisas que para nada salían, o llevaba su lengua a las comisuras de sus labios.
3 – interrumpía mi acto. Si eran celos iba donde yo estaba y buscaba conversa de esa persona, y si lo provocaba venia mí y me besaba.
Me sabia sus movimientos de memoria lo que era jodidamente placentero ya que podía usarlo a mi favor.
Me encuentro con Jimin conversando, el me contaba que estaba conociendo una chica que le gustaba mucho, ya el hecho de conversar con Jimin lo volvió tenso, yo estaba en la cocina preparando unas cosas cuando Jimin se me acerco y él en un extremo de la casa viendo detenidamente lo que pasaba.
Entonces Jimin se ofreció a ayudarme, sin querer nuestras manos se rosaron, haciéndome votar un vaso de jugo derramándose, lo que Jimin encontró muy chistoso, me abrazo riéndose. Reímos juntos y luego limpie, mire a JK y atento a lo que hacíamos dio un sorbo de lo que el bebía.
Jimin –lo siento fue mi culpa.
Lau –no te preocupes son cosas que pasan... oye estás haciendo ejercicios –toque su brazo-
Jimin –si comencé a ir al gym es que quiero ser el segundo Kookie.
Jk – eso jamás pasara.
Ahí estaba la interrupción, se acercó a mi tomándome de la cintura, apretándome a él.
Lau – permiso me iré a cambiar, me mojé un poco –dije mirándolo sabiendo a lo que me refería.
Fui a nuestra habitación y me quite la polera, abrí el closet, cuando escuche que el pestillo de la puerta.
JK – ponte un vestido, así será más fácil. –decía mientras se acercaba a mí.
Lau – y si no quiero... ¿Qué?
Me tomo de las caderas y pujo a el desabrochando desesperadamente mi pantalón bajándolo junto con mi ropa interior.
JK – te conozco también que sé que te gusta provocarme, y no pararas ahora, ¿por que estas tan deseosa este último tiempo? ¿eh?
Lau – no sé de qué hablas Jk – sentía como posicionaba su miembro en mi entrada yo estaba lo suficientemente mojada como para que no doliera.
JK – a no –entro- no sabes de que hablo –entro más fuerte-
Sentía como sus músculos sobresalían de su cuerpo, sus manos, una abrasando a mi cadera haciendo presión a sus pujes y la otra en mi cuello. Era tan jodidamente delicioso, tapo mi boca para que mis gemidos no se oyeran, amaba esos momentos sexys de él, de desesperación, de locura, sabia como me gustaba y así me daba.
Lau –voy a terminar.
JK – también yo... te amo, eres mía que no se te olvide – dijo acompañando sus últimos pujes y al terminar presionó tan adentro que saque un gemido ahogado de mí, y lo froto dentro. Estábamos un poco sudados. – me encanta que me provoques. –me beso en la espalda-
Lau –estoy embarazada
Salio de mi y me giro- viéndome sorprendido. Feliz.
Jk –¿es en serio?... ¿por eso estas tan ganosa y excitada siempre?
Lau – eso creo, Si... -dije emocionada-
Su rostro se veía hermoso, por su sonrisa, un poco de sudor, sus ojos apenas y se veían de tanto reír, su nariz arrugadita, de veras parecía un niño pequeño cuando le dan su golosina favorita.
Jk –ponte un vestido. Sera más fácil.
Me beso, sus besos eran la perfección, dulces, románticos con un toque de picardía, profundos y sensuales. Con un beso de el podía domar al monstruo dentro de mí, pero no me importaba, quería que lo domara, somos perfectos juntos, completamente perfectos.
Lau – ¿quieres que siga provocándote?
Jk – si fuera por mi no saldríamos de la habitación.
Arreglamos nuestra ropa y salimos, su sonrisa no se quitaba de su rostro. Se acercó dónde estaban los chicos y Tae le pregunto.
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