Príncipe Equivocado | BINSAN

15. Verdades y mentiras

Habían pasado días, Sanha estaba empezando a pensar que su vida esta yendo de picada. HyunWoo le dio aquel sobre a Bin, este se a mostrado muy extraño. Estaban a dos semanas de casarse, ya estaban empezando los preparativos, pero el mayor no parecía emocionado.

Intentó hablar con él, tal vez ha estado estresado ya que debe encargarse de su reino, posiblemente sea eso. Sanha estaba seguro de que todo volvería a la normalidad pronto.

¿Tú que dices, Sanha? –EunWoo coloca una revista sobre la cama. ¿Cuál traje es mas lindo?

Estás muy emocionado, y el que se casa soy yo. –Sanha mira los trajes, para finalmente apuntar unoㅡese te caería bien.

Entonces ese elijo. –El rubio toma la revista. Deberías estar animado.

¿Cómo quieres que lo este? Me voy a casar a base de una mentira. –El menor se levanta de su cama, empezando a caminar hasta su ventana. Puede que me descubran, Bin me odiará, y más que cualquier castigo, su odio sería la peor de mis torturas.

EunWoo no sabía que decir, era entendible el miedo de Sanha. Se sentía mal de haber metido al menor en ese problema, tal vez todo hubiera sido diferente si no le hubiera pedido quedarse a remplazar al príncipe.

Bin había venido esa noche, parecía tranquilo, incluso trato a Sanha como siempre. Durante la cena estuvo hablando con él, con la reina y hasta con uno que otro empleado. El menor miraba su reflejo enfrente del espejo, estaba preparándose para ir a dormir.

O eso tenía planeado hasta que tocaron su puerta.

Sin ganas camina hasta la puerta para abrirla, pero no supo que pensar al ver que Bin se encontraba allí. Se hizo a un lado, dejando que pasara, para luego cerrar la puerta.

¿Necesitas algo? –El menor se cruza de brazos, mirando como el castaño iba de un lado a otro. Parecía preocupado, Sanha no podía demostrar que no le preocupaba. Bin, ¿Qué pasa?

Estuve dándole vueltas a un asunto, un problema familiar para serte preciso. –El menor toma las manos ajenas, mostrando su apoyo.

Ambos se sentaron en la cama, Bin con cuidado recuesta su cabeza sobre las piernas del menor, recibiendo masajes de este para calmarlo un poco.

Perdón si fui malo contigo, mi madre ha estado mal, y verla en ese estado me preocupa. –Sanha frunce el ceño. Sé que no es excusa, pero no quiero perder lo único que me queda de familia, ya perdí a mi padre.

Al escuchar eso, Sanha recordó lo que EunWoo le dijo aquella vez. Bin había sido coronado por que su padre murió en un atentado que hubo. Un dolor se instaló en el pecho del menor de solo imaginarse lo mal que debió pasarlo.

Con cuidado baja la cabeza, besando la frente del castaño. Este al ver su acto; solo se limitó a sonreírle. Su mente le dijo que posiblemente, lo que había en ese sobre eran diagnósticos del estado de su madre, eso tendría sentido.

Bin. –El nombrado se reincorpora, la sonrisa que le regalaba, le daba tanta paz al pelinegro. Tranquilo, sabes que puedes contar conmigo. Si tienes preocupaciones, puedo escucharte, después de todo seremos esposos pronto.

Sin poder evitarlo; el mayor estampa sus labios contra los del menor, el cual por la sorpresa, cae de espaldas. Las mejillas de Sanha estaban rojas, ver a Bin encima suyo no era algo que tenía en mente para ese momento.

Príncipe tontito, no te haré nada. –Ríe al ver la expresión del menor, deja un pequeño beso sobre la punta de su nariz, antes de acomodarse mejor y terminar al lado de Sanha. –Nada de eso hasta después de casarnos.

¿M-me estas to-tomando por pervertido? –El pelinegro se tapa el rostro avergonzado, maldita mente la suya.

Esa noche, luego de que Bin se fuera, Sanha pensó en todo lo que paso,posiblemente solo deba quitar las ideas negativas de su cabeza.

Pero, ¿por qué sentía que el castaño no fuesincero con él del todo?