Príncipe Equivocado | BINSAN

21. Decisiones lamentosas

Sanha, te están esperando. –EunWoo zarandea al pelinegro, pero este no le prestaba atención, solo se hundió más en las sábanas. Los invitados ya llegaron.

Diles que me cayó un rayo. –El menor se destapa, pero al hacerlo sentir miedo al ver los ojos furiosos del rubio. No me mires así, solo quiero estar solo.

Eso lo sé, pero vinieron de muy lejos para esta fiesta, mañana es la boda. –Sanha se muerde el labio inferior, lo que menos quería en ese momento era recordarlo.

El menor no quería bajar, sabía que se encontraría con personas que conocen a Jisung, iba a ser imposible estar tranquilo. Desde que el príncipe había vuelto, el estado de Sanha ha sido así, no quiere salir, menos ver a más personas, por eso solo deja entrar a Rocky y EunWoo. Por estar en ese modo, es que tampoco pudo hablar con Bin, no lo vería hasta mañana.

Solo será hasta las cinco luego de eso puedes volver aquí, Rocky y yo estaremos a tu lado, no dejaremos que te hablen si eso es lo que quieres. –Sanha lo dudo, pero igual aceptó la propuesta. Posiblemente si pueda aguantar un poco, lo necesario para no levantar sospechas.

Habían muchas personas cuando Sanha bajó al jardín, cada una lo miraba con una sonrisa, pero él no sabía como reaccionar a ello. Se limitó a solo caminar hasta la reina, la cual hablaba con dos chicos.

Jisung. –Uno de los chicos le sonrió. Sanha mira con el ceño fruncido a ambos, los conoce, son esos chicos que hablaron con él en el cumpleaños de la reina.

Jungwoo y yo vinimos para desearte un lindo matrimonio, no podemos creer que te cases. –El rubio toma del brazo al otro chico, el cual no dejaba de mirar al pelinegro. ¿Woo?

¿Ah? –El mencionado mira al otro. Perdón Lucas, pero... –Woo mira a Sanha, para luego sonreír. ¿Puedo hablar contigo a solas? –El menor lo dudó y buscó rápidamente con la mirada a EunWoo o a Rocky, pero al parecer la reina hablaba con ambos. Mira al chico, parecía agradable, tal vez no sea la gran cosa hablar y ya. Asintió en respuesta, tal vez estaba bien hablar con alguien fuera de su entorno. Woo le estaba sonriendo, indicándole un lugar apartado de todos, como si quisiera privacidad.

Tengo una duda. –Jungwoo parecía preocupado. ¿Quién eres? –Se queda mudo, el chico le miraba con una ceja alzada. Conozco a Ji, él odia este tipo de eventos, nunca hubiera bajado aunque insistieran y tú bajaste. Él al vernos siempre nos molesta con su "¿Qué tal su vida de casados?" Apuesto que ni siquiera sabías que Lucas y yo lo estamos.

N-no. –El rostro de Woo se suavizó al ver que el pelinegro estaba nervioso. Yo solo...

Oye, no pasa nada tal vez hay un motivo fuerte para esto, ¿verdad? –Sanha asiente. ¿Te molesta si me lo cuentas? Quisiera ayudar a Jisung y a ti con el problema. –Sanha lo dudó por un momento, ¿ayudar?¿Eso era posible? Al final terminó contándole todo, incluso la historia de sus padres. Cada palabra era como un golpe para Sanha, pero estaba desesperado por ayuda.

Cuando termino de hablar, Woo tenía una expresión seria, parecía que estaba pensando en algo.

Creo que ya sé que pasa. –Se cruza de brazos. Jisung esta actuando bajo su molestia, sabía lo de su padre, estuve con él cuando se enteró, pero no tenía idea de que planeó todo esto. Lo conozco, él puede ser una horrible persona a veces, mas aun si sus sentimientos son un caos. Lo único que puedo recomendarte por ahora es que pienses bien en tu decisión ¿De verdad planeas irte antes de la boda?

N-no tengo otra opción. –Se abraza a si mismo, intentando para los temblores involuntarios de su cuerpo, estaba a punto de sufrir otra crisis. Yo amo a Bin, pero también soy consiente que le he mentido, él posiblemente se aleje de mi por eso.

Pero te ama, yo mismo lo noté en la fiesta, y créeme, cuando uno ama hasta las clases sociales no importan, estoy seguro que a él le gustas tal y como eres. –Sanha se lo estaba negando, quería intentar pensar que Bin iba a odiarlo, así sería mas fácil irse sin sentir tanta culpa. Además, él no es un príncipe, su pueblo quedaría en ruinas si es que Jisung y Bin no se casan, y la verdad es que el pelinegro no puede ver a la reina sufrir por eso.

Ya estaba decidido, se iba a ir, aunque le doliera en el alma.