Príncipe Equivocado | BINSAN

Epílogo

Deja de caminar de un lado a otro. –Rocky suspira, hace más de quince minutos que el pelinegro no deja de caminar en círculos. Me estás mareando.

Estoy nervioso, entiéndeme. –Se cruza de brazos. No puedo creer que sea hoy.

Había pasado un mes desde que Bin le había pedido matrimonio, muchas cosas habían pasado desde ese día. Jisung y la reina hablaron con él, el peli marrón le pidió disculpas, algo que él acepto, no podía estar resentido aunque quisiera. La reina, por otro lado, le preguntaba muchas cosas a Sanha sobre su familia, a lo cual él solo se limitó a decir que su madre viaja mucho.

La crisis en el reino terminó, el motivo fue que Bin y la reina llegaron a un acuerdo de apoyo mutuo hasta que encontraran una solución. Aunque esto duró solo unas semanas; ya que uno de los mineros reales encontró una nueva mina con recursos suficientes para el pueblo.

Las cosas habían salido bien, Sanha estaba conforme, aunque aún tenía un problema en sus manos.

¡Los invitados llegaron! –EunWoo entra a la habitación, vestía un lindo traje azulado. Debes bajar en unos minutos.

Chacha, estás poniendo más nervioso a Sanha. –Rocky se acerca al rubio, para luego besar su mejilla.

Perdón, pero la señora Moon me había pedido que le dijera a Sanha cuando ya esté todo listo para su boda. –Aprieta la mejilla del pálido, riendo junto a él. Tontito.

Sanha sonríe levemente, estaba nervioso por su boda, iba a casarse con Bin y aun no podía creerlo. Desde que se supo la verdad, el castaño le pidió vivir en su reino, cosa que aceptó, aunque EunWoo y Rocky también fueron allá.

Bin le había contado que dos días antes de casarse, ya sabía que él no era Jisung, pero no dijo nada al respecto por que esperaba que el pelinegro le dijera la verdad.

Suspira, tantas cosas han pasado y lo único que aun le sorprende es ver que EunWoo y Rocky están en una relación. Al principio el rubio se mostraba indiferente, pero con el paso de los días se volvió cariñoso y a Sanha le da algo de miedo.

Es hora de ir. –EunWoo se acerca al menor, al igual que Yoongi. Solo respira hondo, que hoy será el mejor día de tu vida.

¿Crees que esta bien el moño de la corbata? –Bin mira lo mencionado, estaba seguro que algo en él debe estar mal. Dímelo HyunWoo.

Bin, estas bien... nunca te había visto nervioso, intenta respirara ¿Sí? –El castaño asiente. Bien, según me informó Minhyuk, Sanha no tarda en venir y...

¿Seguro que tengo la corbata bien? –HyunWoo se golpea el rostro, mostrando su cansancio con ese tema. Perdón, son los nervios.

Ambos se encontraban en el altar, HyunWoo intentaba calmar a Bin hasta que llegue el momento, pero el castaño no se lo pone fácil. Bin mira fijamente la entrada, esperando ver alguna señal del pelinegro. Ya casi todos los invitados estaban allí, incluso Jisung y su madre. Solo esperaba la llegada de Sanha, no se iba a calmar hasta verlo. HyunWoo saca su celular, fijándose que tenía un mensaje de Rocky, rápidamente lo leyó, para luego sonreír.

Ya están aquí. –Le murmura al castaño, logrando calmarlo un poco. Respira, yo ya debo irme a sentar. Bin le sonríe. Por cierto, Rocky me dijo que no hagas llorar a Sanha o él te hará llorar a ti, adiós.

HyunWoo se fue a su sitio, dejando al castaño con una mueca en su rostro, que agradable puede ser el pálido cuando se trata de Sanha.

La música empezó a sonar, llamando la atención de todos. En la puerta estaba Sanha, siendo empujado por EunWoo, eso logró hacer reír al castaño. El pelinegro estaba muy nervioso como para caminar, más aun al ver tantas personas reunidas mirándolo fijamente.

Empecemos con la boda.

Ambos escuchaban atentamente cada palabra, aunque hay momentos donde solo se miraban y olvidaban a las demás personas. Era como su pequeño mundo, uno donde ambos podían hacer lo que quieran sin temor a escuchar quejas de ello.

Cuando llegó el momento de los votos, Bin había tomado las manos del pelinegro, mirándole fijamente.

Yoon Sanha. –El menor sonríe, no importa cuanto tiempo a pasado, siempre se emociona al escuchar que Bin dice su nombre. Hemos pasado tantas cosas para llegar aquí, el momento donde por fin podré estar contigo el resto de nuestras vidas... desde que te conocí, tu forma de ser me hechizó de inmediato, los pequeños gestos y tus ocurrencias solo lograron que te amara más cada día que pasaba; agradezco al destino en ponerte en mi camino, por que gracias a ti supe que es el estar enamorado.

Sanha quería llorar, en serio que se estaba conteniendo para no hacerlo, pero las palabras de Bin no ayudaban mucho. Tomó un poco de aire, ahora era su turno de hablar, si es que no tartamudeaba.

Moon Bin, no sabes cuanto agradezco haberte conocido. –Rocky desde su lugar intentaba que nadie lo viera llorar, por eso escondía su rostro en el hombro de EunWoo, el cual acariciaba el cabello del pálido. Hemos empezado de una manera peculiar, debo admitir que no esperaba casarme cuando volví después de tiempo... incluso ahora para mi esto es como un sueño, un hermoso sueño que no quiero que jamás acabe, estoy feliz de compartir mi vida con la mejor persona que pude conocer, y te amo por ser como eres.

Los invitados miraban conmovidos a la pareja, era adorable escuchar las palabras que cada uno tenia para el otro. La boda siguió tal y como debía ser, cada uno le puso el anillo al otro, repitiendo lo que el sacerdote decía.

Los declaro esposos, ya pueden besarse. –Sanha emocionado salta hacia Bin, estampando sus labios con él. Los aplausos no se hicieron esperar, era demasiada emoción para un solo día.

Hablo en serio Moon, cuidadito con lastimar a mi mejor amigo. –Minhyuk abrazaba a Sanha, el cual se cubría el rostro.

Minnie, por favor, siento como si fuera tu mascota.

Perdóname por preocuparme. –Suelta al menor, para luego cruzarse de brazos. Es que creces tan rápido, me pongo sensible.

EunWoo y Bin ríen al escuchar la rara charla de aquel par, se supone que deberían estar festejando por los recién casados y Minhyuk está haciendo la escena del padre sentimental. El rubio suspira, camina hasta su novio y le toma del brazo, tomando a este desprevenido.

Deja a Hannie, tú y yo debemos ir a comer algo, ¿sí? –El pálido no pudo negarse al ver la mirada de suplica, Cha EunWoo sabía como controlarlo.

Tú ganas. –Mira a los novios. Ya sabes Moon. –Eso fue lo último que dijo antes de ser arrastrado por EunWoo. Sanha mira a su esposo, este tenía un pequeño gesto de miedo en el rostro.

No te hará nada, le recuerdo que usted es un rey. –Bin abraza por la cintura al pelinegro.

Deja de ser formal, amo cuando eres tú mismo. –Besa la mejilla del menor. Ahora mi querido príncipe, es el momento de ir a bailar, por algo somos los novios ¿No?

Sanha asiente, la felicidad que sentía no tenía punto de comparación. Agradece tanto el haber conocido a una persona tan maravillosa como lo es Bin, pero lo que más le hace feliz, es saber que él lo ama a pesar de ser el príncipe equivocado.