A Sweet Omega | JiChen

II.

Eran las 03AM, algo tarde para estar hablando con su mejor amigo: Haechan.

El beta moreno estaba en la ciudad y se había quedado hasta tardías horas en casa de su novio, Minhyung.

Jisung dejó el teléfono en el buró para descansar un poco la vista, a la vez, también porqué iba a tomar agua así que lanzando un suspiro pesado se levantó y se dirigió a la cocina.

Bostezando, cerró los ojos pero chocó con algo.

—Perdón —Escuchó la voz de Chenle.

El omega sostenía un vaso con agua entre sus pequeñas manos, la imágen conmovió a Jisung.

—No te preocupes. —Decía el alfa tomando un vaso y sirviéndose a sí mismo— ¿Qué haces despierto a estas horas?

—Tengo insomnio, y no encontré mis pastillas en mi maleta así que... —Se encogió de hombros y bostezó—. Esperaré hasta mañana para buscar con más claridad.

—¿Sería mucha molestia preguntar sobre... Esa marca? —Indicó el cuello del chino.

Este se la tocó inmediatamente y se sonrojó.

—Es falsa, mi madre se encarga de hacerla, dice que es más “seguro”, así puedo alejar a los alfas pero no funciona.

Jisung trazó un poco de la curvatura de la marca, su alfa parecía enojado ante ella.

—Pensándolo mejor, creo que puedo detectarlo. No hay otro olor en tí y tu alfa te defendería de todo. —Se abstuvo a decir: «Como de ese chico esta mañana».

Chenle asintió.

—Iré a intentar dormir —Informó, aunque antes de alejarse demasiado, Jisung tomó su brazo.

—¿Por qué no vemos una película? Mi habitación está en el sótano, no escucharán nada —Ofreció amablemente.

Chenle sacudió la cabeza.

—Debes estar cansado, ve a dormir, no es necesario mirarte demasiado para ver que quieres descansar.

Ahora el alfa negó.

—Todo lo contrario, ni siquiera estaba dormido. Sígueme —Tomó la mano del omega, sintiendo una placentera satisfacción al sentir que su alfa comenzaba a relajarse rápidamente.

Al llegar cerraron la puerta y Chenle se sentó en la cama pequeña, acorde al tamaño de la habitación.

—Es un poco pequeña, lo sé, antes era la oficina del abuelo —Aclaró sentándose en el puff azul a unos pocos pasos de la TV.

—¿Harry Potter? —Preguntó señalando el programa.

El omega asintió, poniéndose un poco más cómodo.

Después de que terminara la película, Chenle se encontró acurrucado y envidiablemente cómodo entre las sábanas de Jisung.

Por miedo a despertarlo, agarró una sábana del mini-closet y lo cubrió con esta, él se acostó en el puff... Lo utilizó como almohada.

[...]

La mañana siguiente despertó con el cuerpo fuera de la cama y la cabeza usando esta como almohada, Chenle seguía durmiendo.

Revisó su celular: Tres mensajes de Haechan, veintisiete del grupo de la universidad, unos cuantos de compañeros de clase, diez del grupo familiar, otras veinte notificaciones de Instagram, una actualización de una historia que estaba leyendo, y finalmente la hora.