Hela Emerson, líder segunda de la banda criminal más sonada del momento, "Las Nórdicas" hace justicia a mano propia de aquellos que no tienen voz ni voto, rastrea a sus presas y toma lo que considera propio.
El mismísimo cielo en sus ojos te inspira...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Agosto 2023, Nuevo Laredo, Tamaulipas.
Hela.
—Alfa 1, ¿Me copia? —reparo a través de los neurotransmisores telepáticos.
No hay necesidad de un control físico, solo con la mente y el cerebro.
Tecnología que es peleada incluso en el mercado negro, no todos tienen el privilegio de tenerla; su función solo basta con tener una conexión directa a la persona que quieres comunicar, te concentras y vualá.
—Alfa 1 en posición, estamos a espera de órdenes. —responde una de las Eiras que reconozco como Dulce.
—El objetivo está en movimiento, entraré por él, Alfa 2 y 3 a mis espaldas. —ordeno. —Cualquier cabeza desconocida que salga por las puertas principales, vuélenle los sesos.
Estamos en la misión que Nótt dejo a mi cargo, salvar a un grupo de niñas entre tres y quince años de edad de un Cartel en la frontera de México, fueron transportadas para trata de blancas a Nuevo Laredo, cerca del Río Bravo, donde serán vendidas para los hijos de puta que lucran de ellas.
De solo pensar que esto es la realidad me da repulsión.
Ha pasado una semana desde el encuentro con Alevsek, fue un día largo, una intensa sesión de sexo de al menos seis horas, como locos que hubieran estado en abstinencia, lo hicimos por todos los lugares posibles y en todas las posiciones por haber, terminamos en su cama y antes de que despertara me fui sin despedirme, no había necesidad.
Estuvo varias noches por el club, pero me mantuve ocupada en la planificación de esta misión, así que no supe mucho de él, tampoco es como que tuviera interés.
—Vía fácil por el sótano, tienes la entrada a tres metros de ti. —informa Nótt que se encuentra de guía como nuestro Ojo de Dios en su cabina.
Avanzo con mis chicas pisándome los talones, nos abrimos paso por el pastizal de la mansión y doy con la puerta que da a mi destino, saco la pequeña bola azul con cuidado y la pongo sobre el candado, en cuestión de segundos los pedazos de metal comienzan a caer por el acido que los deshace.
Al ingresar encontramos a tres águilas con metralletas, pero son silenciados con balas en su cráneo antes de poder defenderse.
—Sigue la ruta al Noreste.
Caminamos por los pasillos y el olor a humedad se filtra por mis fosas nasales, las ratas corren escondiéndose entre los rincones al notar nuestra presencia.
Capto un movimiento a mi derecha y nos encontramos con otros cinco custodiando, los damos de baja, pero uno de ellos se lanza contra mi cuando tiro su arma y el la mía, es el líder de su grupo, sus movimientos me hacen saber que esta bien entrenado, saca una navaja de su pantalón y la empuña contra mí, evado el contacto con facilidad golpeando su costado, pero no se rinde, saco mis dagas jugándolas en mis manos, por el rabillo del ojo capto a otro apuntando a una de las Eiras que se ha dejado caer rendida y lanzo la daga atravesando su cráneo.
