Hela.
Decir que estoy encabronada es poco, a pesar de lo divertido que pueda llegar a sonar la situación, solo me voy por una hora y Cindy a puesto a ver dinosaurios imaginarios a Alevsek con mi droga.
Suelto un suspiro pesado.
En mis ratos libres me gusta experimentar cosas nuevas, crear drogas en una de ellas, sin embargo, ni las consumo, ni las vendo, solo experimento.
Las venderías bien en el mercado negro.
Unos meses antes hablé con Nótt acerca de una nueva droga que hice, y le planteé la posibilidad de usarla contra nuestras víctimas, no se negó, pero tampoco me confirmó nada.
Me enoja que lo haya hecho sin mi presencia y autorización.
Y con él.
No.
—Tus ojos lucen más hermosos de cerca, son como el cielo estando en tormenta con un azul profundo cargado de oscuridad y vehemencia. —el castaño no me facilita la tarea de curar sus heridas, parece un niño con las manos tentonas.
—Estás drogado.
—Pero tu estas hermosa. —toma mis caderas y abre las piernas posicionándome yo en medio de ellas.
—¿Si te digo que sí, dejaras de molestar?
—No.
Resoplo.
Cambio el algodón y lo paso por su labio inferior, la sangre seca sigue ahí, sus labios rozados se entreabren y subo la mirada, sus orbes azules en mis labios.
Mi boca se seca.
—Quiero besarte. —puedo sentir sus pulgares acariciando mi cintura en círculos.
—No. —yo también, pero no puedo, no debo.
Siento sus manos bajar más abajo de mi cintura y mi cuerpo responde a sus caricias.
—Déjame besarte y me quedare quieto. —me da una mirada de cachorro atropellado.
—¿Por qué me dejaría?
—Porque me deseas.
—Quisieras.
Vuelvo la vista a sus labios y retiro el algodón, el tono rosado y la carnosidad de su boca me llama, pasa la lengua lentamente por sus labios y en el proceso roza mis dedos.
Ese único toque provoca una corriente eléctrica en mi vientre.
Aclaro mi garganta y desvío la vista, trato de alejarme, pero me toma más fuerte de las caderas y me sienta a horcajadas sobre él en un solo movimiento.
Ahogo un gemido cuando siento su erección en mi culo, la tela separándonos no es suficiente para retener tan deliciosa sensación.
—Siente como me pones Hela. —mueve sus caderas en un embate conectando con los lugares precisos.
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ÍMPETU
ActionHela Emerson, líder segunda de la banda criminal más sonada del momento, "Las Nórdicas" hace justicia a mano propia de aquellos que no tienen voz ni voto, rastrea a sus presas y toma lo que considera propio. El mismísimo cielo en sus ojos te inspira...