Hela Emerson, líder segunda de la banda criminal más sonada del momento, "Las Nórdicas" hace justicia a mano propia de aquellos que no tienen voz ni voto, rastrea a sus presas y toma lo que considera propio.
El mismísimo cielo en sus ojos te inspira...
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Julio 2023. Londres, Inglaterra.
DESCONOCIDO
Acomodo las gafas en el puente de mi nariz mientras observo a la lejanía una pelirroja salir de la tienda departamental con su amiga, cruzo las piernas y llevo el café negro a mis labios degustando su sabor.
Trato de sentir un atisbo de pena por la chica de ojos verdes que lleva una sonrisa plasmada en el rostro, mientras ella está aquí en espera de su prometido, él se revuelca con mi presa principal.
Hela Emerson.
La misma mujer hecha pecado, rostro inocente y alma corrompida que daña a todo lo que se atraviese en su camino.
En un principio creí que sería fácil deshacerme de ella, pero sabe cuidarse la espalda, incluso cuando esta con Judah, no deja cabos sueltos, pero esto se saldrá de las manos si no lo termino ahora.
Apunto mi arma a Ashley Hamilton, ningún alma es capaz de deducir lo que se encuentra debajo del periódico, disfruto los últimos segundos de vida que pronto le arrebataré y comienzo a apretar el gatillo.
Se detiene frente a una tienda y yo también lo hago.
Una tienda de ropa de bebé.
Parece embelesada por la manera en que observa todo frente al cristal, y la curiosidad de lo que sucederá si la dejo con vida llega a mí. Me gusta terminar mis trabajos, pero por otro lado también lo hace el drama.
¿Qué te puedo decir?
Decido guardar el arma discretamente y me levanto dejando buena propina al mesero que parece querer pegarse un tiro.
Lo ayudaría, pero ya he hecho suficiente caridad por hoy.
Esperemos a que el destino dicte lo que desee.
Mi teléfono suena en mi mano y lo descuelgo leyendo el nombre del contacto.
—¿La mataste? —su voz resuena por la bocina.
—Tengo planes mejores para ella.
—Te pondrás la soga al cuello.
—Confía en mí, se lo que hago.
—Espero no te arrepientas de esto.
—Oh, créeme, no lo hare... —le tranquilizo llamandole por su nombre.
Cuelgo el teléfono y sigo mi camino, el clima de Londres es agradable, debo admitir, el frio de la mañana es refrescante hasta cierto punto, lástima que tenga que viajar a Los Angeles.
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Agosto 2023. Los Angeles, CA.
Nótt.
Sé que esto será un completo desastre desde el momento en el que bajé al primer piso del club, Martinelli quiso acompañar a Alevsek y yo no pude hacer nada para evitarlo.
