2.- ¿Le tienes miedo a la muerte?

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— A qué se debe la visita de uno de los números más talentosos de la Academia? – exclamó Klaus al notar la llegada de su amiga.

— Solo quería compañia – la sonrisa ante el halago se hizo una mueca de desagrado cuando el olor a alcohol llegó a su nariz.

Solía gustarle el alcohol si era completamente honesta, pero al ver como este poco a poco se hacía parte de Klaus le empezó a asquear, se arrepentía no haber impedido que pasara.

— Aquí me tienes – sonrió suavemente cerrando los ojos un poco.— Entonces...¿me acompañas? – pidió este haciéndole ojitos a Iracebeth, quien asintió y se sentó a su lado.

— Te quiero, Klaus – soltó esta de la nada, lo que causó un poco de extrañeza de parte de su compañero.

— Yo a ti – dijo posicionándose correctamente para abrazarla por el costado — Solo por que sé que no te gusta, esta noche no me meteré drogas al cuerpo – tenía esa típica sonrisa extendida, ella solo lo abrazó de vuelta.

— ¿Te puedo preguntar algo? – cuestionó acariciando el brazo ajeno con gentileza.

— Lo que sea mi querida Betsu – escuchaba atentamente viéndola desde el costado

— ¿Le tienes miedo a la muerte? –

Fue como un balde de agua fría para número cuatro, quien bajó la mirada al suelo, pensando bien su respuesta.

— ¿Voy a..? – insinuaba este haciendo una mueca con la lengua fuera y los ojos cerrados

— No, no, solo es una pregunta – lo acunó en sus brazos como si de un refugio se tratara.

— Oh, bueno, no, solo miedo de terminar como...las personas a las que escucho – se sinceró este, escondiéndose en la chica con confianza — ¿Sabes cuándo voy a morir? –

— Si, pero no es pronto, no te preocupes, Klaus –

Esas palabras le dieron cierta paz al chico, aunque lo pareciera, no quería morir tan joven.

Permanecieron así un rato, ambos recostados y abrazados, admitía que necesitaba eso de vez en cuando, había una tranquilidad especial con número cuatro, nada de tensiones ni errores.

Poco a poco ambos se fueron adormeciendo hasta caer en un sueño profundo.

"¡Ben!" "¡Luther, déjalo en paz!"

Despertó de golpe, desorientada de nuevo, esperaba no se hiciera costumbre.

Klaus dormía en sus brazos, así que con el mayor cuidado lo dejó en su cama y tomó algo para anotar, volvió a pasar la noche escribiendo y haciendo torpes cálculos, sabía que si volvía a dormir, despertaría otra vez, parecía una pesadilla, ¿se podían tener despierta? parecía que la despertaban para ello.

- Y Beth? - preguntaba Ben a sus hermanos mientras se dirigía a su silla.

- Se quedó hablando con Pogo en mi habitación - respondió número cuatro aún cansado, tampoco había podido dormir correctamente aunque si bastante cómodo.

— Seguramente ya viene, chicos – comentó número tres al escuchar como se aproximaban pasos.

— La señorita Iracebeth no podrá desayunar hoy con nosotros, me pidió que les deseara un buen desayuno - la voz de Pogo era calmada como siempre, no había algo que delatara la razón del por qué no bajó de nuevo.

Cartas - Umbrella Academy Donde viven las historias. Descúbrelo ahora