Cartas - Umbrella Academy

7.- El comfort

Después de explicar a número cinco que irían a la cafetería, una docena de disculpas de Ben hacia Beth y el otro por interrumpirlos y un rato de esquivar a Luther por parte de número seis, estaban dando sorbos a sus bebidas y disfrutando de la compañía que tenían.

— Últimamente está muy solo aquí, no? – preguntó el chico observando el lugar.

— Algo, si, pero no creo que gane poco si cada que ganamos una misión venimos y nos terminamos las donas – respondió su acompañante con un tono divertido recordando esa linda costumbre.

En el lugar solo estaban ellos y algunas personas más, había una pareja y padres con su hijo, o al menos eso parecía.

— ¿No te cansas de las misiones? – cuestionó el de rasgos asiáticos dando un mordisco a su dona.

— Si – admitió encogiéndose en su sitio.

— Me gustaría hacer algo más – declaró viendo a su acompañante a los ojos.

— Más que salvar vidas? –

— Algo para mí, Beth – miró a los ojos de la contraria buscando alguna reacción de su parte — Tal vez ser escritor...

Ladeó un poco la cabeza viendo con ojos enternecidos a su preciado compañero.

— Podrías serlo – apoyó tomando su brazo como símbolo.

— ¿Nunca haz pensado en ser algo más que un Umbrella? – realmente quería saber del camino que tomaría ocho una vez creciera.

Todos tendrían que ser algo más, ¿No?

Ser héroe se volvía monótono, ni siquiera era decisión suya, ¿No deberían intentar hacer algo para ellos mismos?

— No...– bajó levemente la cabeza, le avergonzaba pues era consciente de los planes de algunos de sus compañeros.

El contrario la miró extrañado por su respuesta.

— Me es suficiente estar aquí – añadió dudosa, ahora se replanteaba todo su futuro — Ustedes me son suficiente.

— Algún día tendremos que separarnos, no puedes quedarte ahí para siempre – soltó en un tono bajo de voz.

— Claro que puedo, estaré en la academia esperando por tus libros ¡Y por las películas de Allison! – comentó con una sonrisa pequeña que causó una risita en número seis, confiaba plenamente en que lo cumplirían.

Realmente lo de Allison era un hecho, ya lo habían visto juntas hacía ya un tiempo.

— ¿Y qué hay de cinco? – la mirada pícara que este le dió fue obvia.

— ¿Qué hay con él? – disimuló tomando un trago de su empalagosa bebida.

— No lo sé, los veo más ¿Juntos? Tienen más armonía que antes – explicó sonriente.

— Solo hemos hablado más estos días, he estado agobiada y es buena compañía – la forma en que lo decía le dió a entender a Ben que deseaba finalizar el tema, cosa que hizo sin rechistar.

— Luther ha intentado hablar conmigo últimamente – comentó recargandose en el respaldo de su asiento.

— ¿Y qué tal? –

— No quiero hablar con él, siento que me va a reclamar cosas – confesó escondiendo su mirada en el postre frente suyo.

— Deberías darle una oportunidad, tal vez quiere otra cosa – el tono tan sincero en que lo dijo lo hizo reconsiderar.

— Mhm...no tengo consejos para conquistar a Allison – bromeó, dejando de lado la pizca de seriedad que tomaba la conversación.

— Y para Vanya? – sus ojos se encogieron reprimiendo una pequeña burla.