- Klaus, hay que irnos - llamó el moreno desde el marco de la puerta, captando la atención de su compañero, quien ya estaba terminando de arreglarse.
El mencionado estaba frente a su espejo moviendo sus manos de forma torpe, cosa que llamó la atención del menor, haciendo que lo observara con más detenimiento.
- Voy - contestó apurado tomando su saco para ir saliendo, siendo detenido inmediatamente por la mano de número dos en su pecho, cosa que lo hizo tragar duro.
- Hueles a alcohol - suspiró bastante cansado de la situación pues sabía de aquel acuerdo con la otra miembro de la academia que por supuesto había sido burlado.
- Por favor no le digas a Iracebeth - rogó el más bajo con ojos suplicantes que muy pocas personas podían rechazar y afortunadamente para él, Diego no era una de ellas.
El castaño dudó, sabía que su compañera tarde o temprano se enteraría pero al ver cómo era importante para su hermano lo dejó pasar, además de que hacía bastante tiempo no tenían una salida así y no quería arruinarla por algo como esto.
- Vamos con Allison para que te dé una menta y algo de perfume - ordenó tomándolo de los hombros para moverse rápido, llevándose a un Klaus algo victorioso.
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- ¡Tengo mucha hambre! - exclamaba el ojiverde acariciando su estómago y entrecerrando sus ojos mientras caminaba junto a sus compañeros hasta la cafetería.
- Pero el señor no quería comer hace unas horas - comentó Ben con una sútil sonrisa exponiendo a su hermano.
El camino era bastante agradable hasta el momento, la brisa era bastante fresca y el sol no era intenso a ese punto del día, además de que las calles estaban algo vacías.
El rubio iba algo más adelante, acompañado de número dos, quien presumía una reluciente cuchilla en su mano, y a lado de este iba la joven número siete escuchando con admiración los comentarios de sus compañeros.
Unos pasos atrás se encontraban el ojiverde nombrado anteriormente, número seis y la encantadora tres, hablando de cosas triviales y riendo levemente.
Mientras cinco y ocho estaban detrás de ambos grupos pequeños charlando de forma tranquila en su burbuja.
- Entonces, ¿No te gusta el café negro? - cuestionaba la castaña algo extrañada de esta nueva información.
- No pero tampoco me gusta con azúcar - respondía el menor con una sonrisa sútil viendo como ocho se encontraba confundida.
- ¿Qué te gusta entonces? Siempre pides café -
A veces parecía que todo lo que Cinco hacía debía dar un beneficio a su don o a sus habilidades, era algo que compartía con su hermano de sangre.
- No lo sé, solo lo tomo para tener energía - añadía mientras analizaba aquél pequeño dato que parecía asombrar de más a la castaña.
- Mmm... Diego siempre da buenas recomendaciones, deberías preguntarle para que encuentres algo que te agrade - mencionó pensando en que opción podría ser del gusto de cinco.
- Lo haré cuando lleguemos - aceptó dando un pequeña sonrisa a su acompañante, rozando sus manos por accidente siendo el único en darse cuenta, cosa que hizo que desviara su vista a otro lado.
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Cartas - Umbrella Academy
FanfictionNúmero ocho siempre priorizó una cosa, proteger a su familia sin importar el costo. Saber el futuro a veces puede ser una de las cargas más pesadas que hay, más cuando no sabes si es posible cambiarlo. Una historia medianamente corta.
