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-Más que nunca concuerdo con SunWoo, tienes que pensar en el futuro de tu estrella, de nuestra estrella, no todo es lo que tú quieras, ChanHee. El mundo no gira a tu alrededor - habló la Diosa Yeriseth, quien no soportaba la idea de ser derrotada por una simple humana, no, ella estaba profundamente enamorada de ChanHee, tanto así que renunciaría a sus poderes por él.

ChanHee por otro lado estaba lidiando con los comentarios en desacuerdo de sus compañeros. Y era entendible, todos estaban preocupados por el futuro de la humanidad. Ellos como dioses no sufrirían ningún riesgo, en cambio los humanos estaban en el ojo del huracán. Para el dios del sol no era nada fácil, pero él ya había tomado una decisión y nada ni nadie cambiaría aquello.

Él se preparaba para descubrir al culpable del encierro del hermano de su amada humana. Sus amigos dioses habían accedido a su petición, incluso SunWoo quien mencionó que lo haría por amistad y no por ayudar a Sol.

-Se supone que eres la diosa del amor, deberías darme consejos para lograr mi objetivo con ella, no obstaculizar mi camino - Respondió con sinceridad ajustando el cinturón que colgaba de su cintura donde llevaba su tan especial daga.

Ambos se encontraban en el Desierto Dorado. Seguirían el consejo de SunWoo he irían al lugar más cercano a él; el sur, donde gobierna Hyunjae.

- Estamos pasando por una crisis y a ti sólo te importa esa chica y su hermano - protesta Yeriseth.

Y es que ella tenía razón, y él lo sabía perfectamente. El mundo pasaba por un mal momento, y tanto Hyunjae como Kevin se deben encontrar desesperado. Más que nunca necesitaban de la ayuda de los demás Dioses.

- Lo sé - musita ChanHee. Intentaba pensar en una excusa, pero nada pasó por su mente.

- No, no sabes. Si en verdad supieras no actuaría de esa manera. Eres el ser más responsable de todos, también el más inteligente. Eso fue lo que me enamoró de ti.

El mayor rodó los ojos ya cansado de los mismos comentarios de parte de su amiga diosa.

- Ya basta, Yeriseth. No estaré contigo - afirma seguro New para después salir de la habitación, dejando a la Diosa del amor sola.
Afuera lo esperaban SunWoo y YoungHoon.

Yeriseth daba los mejores consejos de amor, pero no los acataba porque todo le salía mal. El único ser que de verdad quiere que la mire, no lo hace. No había más remedio que la resignación aunque le duela en el alma. Ella debía aceptar que él no le pertenecía y nunca le pertenecerá.

Con solo existir harás sufrir a alguien; La existencia de él le hacía mal a ella.

ChanHee tomó rumbo al sur con sus dos compañeros. El viaje era muy silencioso, ninguno se atrevía a romper el hielo. Cada quien se mantenía en sus propios pensamientos, todos preocupados por las mismas cosas pero con diferentes puntos de vistas, no todos compartían el mismo interés.

YoungHoon había visto una sombra femenina que salía por la ventana de la habitación de sol, al día siguiente ella amaneció enferma. Miró a la chica que caminaba junto con ChanHee. Se notaba a leguas lo mal que estaba: su piel ya pálida ahora estaba muy blanca, evitaba cargar peso para que sus manos no temblaran, su temperatura subía cada vez más. Ella moría.

SunWoo pensaba en varias cosas, situaciones que ponían en riesgo a todos. Él era muy calculador y ambicioso, eso lo ayudaba mucho en el campo de batalla, también puede predecir futuras guerras solo utilizando la razón. Pero lo que más le carcomía la mente eran los cristales del equilibrio y quien estaría detrás de todo esto. Por mucho que se esforzó en la última guerra, él no logró robar aquellos objetos cósmicos. Entonces ¿quién es el responsable de burlar la seguridad en el norte y el sur?

Sol, quien se encontraba taciturna ante las conversaciones de sus mayores, mantenía su mente en la imagen de su querido hermano. Vaya que lo echaba de menos. Cerró sus ojos con fuerza para evitar llorar, no se sentía para nada bien, ni físicamente ni mentalmente. Y si fuera poco después de encontrar a su hermano tendría que cumplir con su parte del trato, con solo pensar en eso sus mejillas se tornaban de color carmesí.

¿Pasa algo? Estás roja — comenta el pelirrubio.

No, no pasa nada, estoy bien — respondió la chica ocultando su rostro.

ChanHee la miró por unos segundos, él no quería que ella los acompañara, creía que si se exponía a los peligros del mundo exterior empeoraría su estado. Realmente estaba preocupado, pero ella se negaba a quedarse, decía que quería ver a su hermano lo más pronto posible. Ahora no solo descubriría el porqué del encierro de YunHo y el hurto de los cristales, su nuevo objetivo era descubrir quién era el responsable del mal estado de su chica.

Él único sonido que se podía percibir era el de las pisadas de los caballos y el choque de las cadenas que los dioses usaban como accesorios para sus vestimentas.

A todo esto ¿Dónde está ChangMin? — Cuestiona YoungHoon.

SunWoo soltó un suspiro pesado.

— ¿Nadie presta atención? Dijo que haría algo importante, pero se fue con una chica — Confiesa SunWoo.

¿Una chica? Vaya, quien lo diría, ChanHee no es el único que anda buscando descendientes — comenta YoungHoon.

A ChanHee le pareció incómodo las palabras de su amigo YoungHoon, él prefería no hablar de eso mientras Sol estuviese presente. Así decidió protestar al respecto.

Ustedes también deberían pensar en sus descendientes, el Dios de la juventud no será joven para siempre.

Oye, oye. Para tu información ya pensé en eso, hablaré con la Diosa de la luna — Se defendió YoungHoon muy seguro de sí mismo.

El dios del sol soltó una pequeña carcajada, como es de costumbre, acción que provocó confusión en YoungHoon. ChanHee conocía los intereses de Moon, la diosa de la luna, y sabía que esta rechazaría a su amigo sin pensarlo dos veces.

Ya ríndete, no estarás con ella — advierte el rubio.

Entonces con Yeriseth — dice YoungHoon sonriendo mientras se imaginaba a él lado de la diosa del amor.

ChanHee lo miró mordiendo su labio inferior tratando de contener alguna queja. Él no podía protestar sobre aquello y lo sabía perfectamente. Pero por más que callara sus palabras, su rostro decía mucho, y tanto YoungHoon, SunWoo y Sol lo notaron. Esta última solo se limitó a desviar su mirada y actuar a oídos sordos.

Creo que con ella tampoco se va a poder — pronunció SunWoo divertido.

THE GODz   ͟͟͞͞➳ The BoyzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora