THE GODz ͟͟͞͞➳ The Boyz

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Después de ver con sus propios ojos lo que SunWoo había hecho con los que eran sus amigos no pudo evitar   confiar en él, tanto así que hasta ha decidido darle inicio a su siguiente jugada para así lograr su objetivo. 

    El infierno cada vez ardía más, y los fallecidos que recibían su castigo "eterno" ya no se quejaban como lo hacían con anterioridad, tenían tanto tiempo de estar allí que ya no sentían nada, pareciese que sus exageradamente delgados cuerpo se movía por inercia. Pero lo más inquietante era su mirada perdida y vacía que solo miraban hacia una misma dirección, mantenían le ceño fruncido pero con los parpados ligeramente caídos.

Una imagen de el rostro serio de la diosa de la oscuridad pasó por su mente, ella estaba inquieta y curiosa. Cuando ella veía la oportunidad le preguntaba sobre lo que le había hecho a la humana Sol. Pues él sabía lo mucho que era un obsequio para él, no era tonto, con eso confirmaba las sospechas sobre lo que la diosa sentía por él. Y la idea de tener un descendiente con ella no sonaba para nada mal. Pero primero lo primero, pensó.

— ¿Jinetes o cerberos? — cuestiona Blood, la figura de un águila con cuerpos de humano, guardián del ejército prohibido.

Estaba tallado en el gran muro de aquella montaña. Se dice que fue maldecido por sus obras, por ende fue castigado sellando su cuerpo entre las rocas para que así protegiese a los ejércitos eternamente.

— Ambos.

— ¿Jinetes o cerberos? —repite

— Vengo por ambos, no soy conforme — insiste el Dios del inframundo mostrando la roca de fuego. Por un momento sus ojos cambiaron de color — ¿Nuevamente husmeando, Alma? — dice mirando de reojos al percatarse de que alguien estaba a sus espaldas.

— Te equivocas

Juyeon se giró rápidamente al escuchar la voz masculina. Puso los ojos en blanco en forma de aburrimiento para luego poner mirada desafiante.

— ¿Sabes? Nunca me ha gustado tu mirada — confiesa ChangMin con toda sinceridad.

Juyeon lo mira incrédulo, no esperaba tal cosa del contrario.

— Te equivocas, nuevamente. Por mi cabeza pasó un recuerdito donde dices lo contrario — dice. Al ver que ChangMin no decía ni una sola palabra y solo se quedaba mirando decidió continuar con lo suyo — Quiero ambos ejércitos.

— Necesita ambas rocas para liberar ambos ejércitos — interviene la criatura guardián.

ChangMin soltó una risita.
— Deja eso, Juyeon ¿por qué te esfuerzas demasiado en eso? De verdad que no lo entiendo, lo tenías todo, fácilmente causabas envidia en todos. No comprendo que pasó— insiste ahora con el ceño fruncido. Juyeon amaba ver a las personas así.

"¿Todo? ¿Que es todo? Él no poseía nada"

El hecho de que sea él quien angustie, alarme y desespere a los demás le agradaba, le satisfacía, y hasta le causaba gracia.

— Ese es el problema, no lo entiendes, nunca lo entenderías. Si quieres volver a ver a la chica mejor vete.

Sol...

A Juyeon no le agradaban los humanos, no del todo, pero cuando ChanHee quería algo, Juyeon lo quería aún más. Y el hecho se da no porque sea envidioso, sino por el rencor que le guarda a la humanidad.

"Los Dioses se mantenían en la línea dibujada en el suelo, preparados para atacar a su oponente. Era así cómo ellos practicaban en sus inicios.

Chanhee se mostraba lo más calmado posible. Confiaba en sus habilidades. A diferencia de Juyeon, quien observaba a todo su alrededor tratando de buscar una manera de cómo salir de allí.

Un "comiencen" se escuchó por todo el lugar, tan fuerte que hizo que Juyeon retrocediera un paso de la irritación de que le causaba aquella voz.

Todos los Dioses avanzaron hacia su oponente; Hyunjae vs SangYeon, Jacob vs YoungHoon y Juyeon vs Chanhee.

El Dios infernal se detuvo a mitad del camino. Acobardado giró para escapar, o... eso fue lo que intentó hacer. Solo bastó que espabilara, para que Chanhee ganara y lo colgara de una cuerda dorada producto de su poder.

— ¡No es justo! Yo no quería pelear contigo. Jamás te ganaría— esto último fue más un balbuceo.

Los demás soltaron una carcajada, habían dejado de entrenar solo para ver lo rápido que había terminado aquel combate.

—Por lo menos esta vez no terminaste con moretones, agradece — comenta Kevin, quien estabas encargado de supervisar los combates como castigo por perder una misión.

Juyeon solo pudo seguir observando, despué de todo estaba de cabeza y atado a la magia. Sus nariz se enrojeció y sus labios se curvaron, y casi al instante, ya se encontraba llorando.

— ¡No es justo! ¡yo no tengo ningún poder!, ¡ni habilidades!— protesta Juyeon ya con el rostro empapado, ganándose la atención de los demás —¡Tampoco soy bueno con las arm...— en ese momento la cuerda dorada de magia desapareció, Juyeon cayó al suelo. Y nuevamente todos soltaron una gran carcajada. Todos menos Chanhee, quien ahora estaba perplejo.

Juyeon, con la nariz sangrando, dejó el lugar rápidamente. Aquel día había caminado durante horas sin rumbo alguno"

— Créeme, si estuvieras en mi lugar, también odiaría a ChanHee y a los humanos — balbucea después de sacar aquel recuerdo de la caja de Pandora.

ChangMin corre hasta él dispuesto a atacar, lanzaba todo los golpes que podía, siendo esquivados fácilmente por Juyeon, este último hasta le parecía ridículo. ChangMin reúne fuerzas y hace crea una esfera de viento y la lanza en dirección a la roca. Es allí cuando el Dios de la guerra hace presencia, desviando el ataque del Dios del viento.

—Justo a tiempo ¿he? Disculpa la tardanza, tuve un pequeño problema con YoungHoon — tomó una postura relajada, sus manos aún mantenían la posición de defensa, y en su cabellera ahora descansaba la corona del Dios del hielo, la cual retiro y la lanzó hacia Juyeon — allí está tu pedazo de roca, sigue en lo tuyo. Yo me encargaré de este.

El Dios del inframundo se giró para encarar al guardián.
—Tengo amabas rocas, libera ambos ejércitos — ordena con una sonrisa triunfante.

— Cómo desee.

— Esto, está mal, esto está muy mal — Susurra un ChangMin perplejo.