Legiones

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Algunos dicen que el dolor se vuelve mas fácil con el tiempo, o que te acostumbras, pues déjame decirte que eso no es es cierto, y si no me crees, preguntale a Sarahi.

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Estaba en el arroyo que atravesaba a el viejo roble, el árbol, el punto de reunión en el cual debía de haberme reunido con Shula hace once años. Ahora tenía dieciséis y el dolor y la culpa seguían ahí, sigo aferrandome al collar, intente enterrarlo con Shula, pero Afra sentía un gran poder en el, el tipo de poder que no debe de caer en manos equivocadas.

Lloro por ella, pero también lloro por mí, por lo que podría haber sido si ella no se hubiera ido.

Shula me contaba historias sobre mi padre. Es raro llamarlo así, ya que casi no tengo recuerdos de él.

Suena la cornucopia interrumpiendo los pensamientos por mi pasado, y de repente me acuerdo ¡el torneo!
¡Pues claro! Hoy es cuatro de marzo.

Cada año se celebra el día en que ganamos la guerra, o bueno ganaron, por que yo soy de la legión de fuego, osea la enemiga...
El punto es que cada marzo se celebra con el torneo de "las cinco gemas" , el nombre más absurdo que puede haber. Las gemas deberían traer paz pero en cambio, nos hacen pelear entre legiones y la legión que gana se queda con una reliquia de la legión anfitriona. Se supone que quien la gane le dará a su legión protección contra la guerra, si es que vuelve a haber una.

Hoy es primera vez que puedo jugar, ya que a cada adolescente se le obliga a jugar a la edad de quince, pero el año pasado me negué a jugar, y por eso mismo estoy obligada este año, así que bueno, no tengo opción.

Me seco las lágrimas, me pongo el collar y me dirijo al aforo principal. Se supone que ahí nos reuniremos con las otras dos legiones.

Al llegar me encuentro con Afra.

-¡Sarahi! Donde estabas, te hemos buscado por todos lados -dijo ella.

Estaba bellísima tenía un vestido color tierra con algunas hojas que parecían plumas en la falda y llevaba su ondulado pelo negro suelto, con una pequeña diadema de madera que se ondulaba hasta rodear su frente y en el centro de ella tenía la gran gema.

-oh ya sabes, lo de siempre, alimentando al ganado, ordeñando vacas, ah y recolectando bayas -mentí.

-curioso porque ese fue el primer lugar en que te buscamos, pero no te vimos -inspeccionó Afra.

-Entonces debieron de abrir sus ojos para verme -respondí.

-ay Sarahi, te juro que un día de estos... -suspiro -no tienes remedio, bueno ve a alistarte las legiones están esperando.

-a sus ordenes -diciendo esto hice una gran reverencia y fui a alistarme.

El peinado fue lo peor, tuve que peinar mi pelirrojo cabello y para colmo tuve que hacerme una gran trenza que partía a los dos lados de mi cabeza y que luego se unían en una sola. Para vestirme me puse un pantalón café oscuro con una polera suelta de color verde, osea los colores de nuestra legión.

Luego de esta sin igual tortura me dirigí nuevamente al aforo principal.

Al llegar habían tres grandes filas formando un triangulo y al centro había una especie de escenario en donde los líderes tomarían la palabra.

Las filas eran ocupadas por las legiones, la de agua siempre tan calmada y arrogante habían ganado dos veces seguidas los juegos, en cambio la de aire ganó la vez pasada a ellos, y nosotros los de tierra rara vez ganábamos.

Me senté en mi fila al lado de Yolanda y Gavin.

-miren miren, vean quien decidió aparecer -dijo Yolanda, ella es mi única amiga aparte de gavin -¿no será Sarahi la que me hizo desperdiciar cuatro horas para encontrarla? Ugh no creo, porque si la viera sentada al lado mío (cosa que claramente no estoy haciendo) la estrangularia hasta su muerte... ¿No serás esa Sarahi verdad?

-dejate de tonterias -dije empujandola amigablemente.

-no me pidas lo imposible -dijo devolviendome el empujón.

Yolanda sabía hacer reír a la gente, era dos años mayor que yo, tenía el pelo oscuro y los ojos café claro, tenía una gran nariz que le perjudica en las peleas cuerpo a cuerpo ya que la gente tiende a ir primero por su nariz, ah y ella se entrenó con los Gurí.

A los niños y niñas los entrenaban a la edad de siete años para que alcanzarán su mayor potencial en la adolescencia, al alcázar y ver en que eran buenos los asignaban dependiendo de su personalidad en grupos. Y por supuesto, habían tres grupos: los que peleaban cuerpo a cuerpo, los intrépidos, los que eran arriesgados y que no usaban tanto la cabeza, esos iban en el primer grupo: "los Gurí". En el segundo grupo iban los estrategas, los inteligentes, los que peleaban mejor a distancia, esos eran "los Rü". Y el ultimo, en el solo estan los de gran corazón y fuerte alma, los líderes, jefas y jefes generalmente pertenecen a ese grupo. Este casi no tiene participantes, porque los que están en este grupo suelen controlar algunas faces de su legión, pero sólo pueden controlar una cosa, como los árboles o hablar con los animales, a estos se le llama "los Raizanos".

-lo imposible sería que ganáramos este juego -dijo Gavin, el llevaba enamorado de Yolanda desde antes que nos conociéramos, el era un Raizano, su poder era hablar con los animales, cosa con que lo molestamos bastante seguido.

-ay Gavin ya veras como les pateamos el trasero a esas arrogantes legiones -dijo Yolanda.

Reí a tal comentario.

-concuerdo, aunque, mi única preocupación es que nos toque pelear contra un Raizano de la legión de aire, el último que hubo hizo un tornado y ganó los juegos -dije.

-pienso lo mismo, deberemos matarlo entonces.

-¡Yolanda! -dijo Gavin y los tres reímos.

Volvió a sonar la cornupia y Afra nuestra gran líder fue al escenario y tomó la palabra.

-¡legiones! Agradezco su presencia. Guerras hemos ganado, amistades hemos compartido y nuestro pacto hemos cellado. Ya saben por qué están aquí, hoy celebramos el día en que triunfamos no sólo como legiones si no como personas, perdonamos a el aire y hoy nos acompaña. Despojamos a los malvados y hoy no están...

"A diferencia de mi" pensé.

-...Pero no dejemos que nuestros pasados nos definan, abrazamos a la gloria y hoy hacemos lo que cada año honramos ¡el torneo de las cinco gemas!

Se escucharon victoreos y aplausos, hasta que Afra levantó una mano en forma de silencio.

-gracias, mis guerreros, les contaré que se espera de ustedes hoy, más que ganar, deben honrar a su legado y a ustedes mismos. Pasarán por tres pruebas, la primera estará en la tierra, donde mi legión se sentirá a gusto, la segunda estará en el agua, donde la legión de agua se sentirá a gusto y por último la tercera prueba será en el aire, donde claramente su legión estará más que a gusto. Estas son las tres pruebas y deben atravezarlas para llegar a lo más importante ¡nuestra reliquia! Quien la consiga primero ganara el torneo, ahora, está prohibido quitar una vida, tendrán armas, como todos los años así que usenlas sabiamente.

Juntó las manos en formando un triangulo de cabeza y luego lo dejó en su posición original; mirando para arriba, espero a que todos lo repitieran y de seguido dijo:

-¡cinco gemas...!

-¡... cuatro legiónes, un solo corazón! -repitió la multitud.

-que comience el torneo.

La Quinta Gema Del Infierno I Donde viven las historias. Descúbrelo ahora