Hacia Nuestra Muerte

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La misión.

Estabamos a tan solo unos minutos de ejecutarla.

Oh madre de las gemas... Sálvame de usar ese horrible vestido.

Pero claro, la madre de las gemas nunca me salvo.

Estabamos a las afueras de la cabaña; el viento rugia con fuerza y caían chispitas de lluvia que iban a parar a mis pestañas. Que suerte. Vaya clima. Y para colmo yo tenia este horripilante vestido, apenas me podía mover y me estaba congelando.

–cambia ya esa cara niña –me reprendió Ayala.

–cambia ya la tuya –musite para mis adentros.

Ayala se volvió hacia mí y entorno los ojos.

–¿qué dijiste?

Creo que este es un muy buen momento para aclarar que la paciencia no es lo mío. Carai le quería tirar el vestido en la cara, pero claramente no podía. Maldición.

–dije que deberías cambiar tu ca...

–Sar... –advirtió Gavin.

Sí... Tal vez no debería de ser tan impulsiva, pero ¿cómo evitarlo? Hoy estaba de pésimo humor.

Había evitado a kane a toda costa, minutos después de hablar con Yolanda, había venido a verme. Tuvimos una conversación de lo más incomoda. De hecho, ni siquiera fue una conversación.

–¿quieres hablar sobre lo que pasó anoche?

–no –respondí. Me sentí mal al instante, la cara de sorpresa dolida que dio kane se iba a demorar un rato en irse, al darme cuenta que había sido un tanto cortante. Añadí –no hay nada de que hablar.

Eso fue todo. Si lo se, soy el ser más simpático y agradable de este mundo. Él le había dicho a Ayala que me había besado para comprobar algo. Pero ¿te digo lo peor? ¡Que ni siquiera nos besamos! Fue apenas un roce, por qué Vul interrumpió. Tenía claro averiguar lo que Kane quería "comprobar" cuando intento besarme, pero me era imposible hasta verlo, y ahora teníamos que entrar a la legión de aire los dos juntos.

Y además Chris y Ayala creían que no podía controlar mis emociones. No me lo dijeron directamente claro, pero aún así lo había escuchado. "no hay forma de que pueda controlarse" había dicho el muy imbécil. Santa Madre, le quería pegar a todo el mundo.

–entonces ¿que haré yo? –musito Vul.

Había estado haciendo berrinche porque ayala había dicho que sobraba en la misión.

Ayala suspiro.

–niño, ya te dije que tu trabajo en el plan no será necesario –explicó.

Vul estaba sentado en la húmeda tierra.

–para tú información –reclamó encarnando una ceja –fui YO el que hizo una asombrosa, deslumbrante, exitosa, maravillosa, inigualable...

–creo que entendimos tu punto –lo calló rizos de agua poniendo sus azules ojos en blanco.

–... Máquina.

Suspiré.

–Vul tiene razón –dije.

Y era la verdad, sin Vul estaría muerta.

Me miró agradecido.

–¿te he dicho que eres mi favorita princesa? –expresó con una mano en el pecho.

Agh ¿porque me llamaban así?

–vete a la mier...

–suficiente –Ayala suspiro Sonoramente, antes de añadir –muy bien, estás dentro. Pero quedate con Gavin, los dos deben distraer a él líder y ver que información sacan.

La Quinta Gema Del Infierno I Donde viven las historias. Descúbrelo ahora