Desperté de golpe.
Estaba amarrada a una silla. No podía identificar dónde estaba, lo único que podía ver era que me encontraba en una carpa hecha de piel de animal. Estaba oscuro.
Apareció al frente mío la silueta de alguien, tenía algo en sus manos... Mi collar.
Intente soltar las ataduras en mis muñecas.
–devuelvelo –dije.
La persona rió por lo bajo. Su voz era como un eco.
–¿y no te molestas en preguntar en donde estás? –dijo la misteriosa persona.
–¿quién eres? Y dónde está Kane.
Se aserco aún más, dejando ver más que su silueta. Estaba vestido con armadura y cojeaba en la pierna derecha.
También tenía un casco que sólo permitía ver algunas cicatrices en su rostro.–no te preocupes por el.
Se dirigió a un estante que había a su derecha. Ahí tenía el diario de Kane.
Estaba abierto de par en par y tenía unos bocetos hechos con carbón. No podía ver lo que eran pero había uno que era.... ¿Que? Había un boceto que retrataba mi collar.
Le daba mucho énfasis a la piedra celeste en el centro. Habían miles de notas alrededor de ella.–dónde lo conseguíste –preguntó.
–¿quién eres? –volví a preguntar.
Se acercó más y se retiro el casco. Se vieron más de las cicatrices que tenía. Pero la que más llamó mi atención, fue una que iba desde la parte de abajo de su ojo izquierdo y terminaba en el otro extremo de su labio.
Era una mujer.
Tenía los ojos oscuros, la piel morena y el cabello lo tenía en una larga trenza de color negro.
–¿y mis modales donde están? –se irguió –soy Inferne la general de éste ejercicio de monstruos –volvió a reír –y tu Sarahi, hija de la mismísima reina del fuego, portadora de la mismísima gema. Una Raizana de tu legión de nacimiento y también la única que queda. Y no sólo eso. La única persona viva que conoce la gran profecía. Tienes bastante fama por aquí.
¿Portadora de la gema? ¿Raizana? Esta tipa estaba más loca que una cabra. Pero, como es que sabe que soy hija de la reina del fuego. Saber que soy de los apresados de esa legión, es mas entendible, pero ser la hija de ella... Eso me daría un pasaje directo a mi tumba.
–ahora, dejando eso de lado –volvió a sonar el eco en todos los rincones –¿como conseguíste el diario?
–lo conseguí en...– chasquee los dedos– aaah si ya me acuerdo: que te importa.
Suspiró con desepción. Y empezó a ponerse unos guante de cuero.
–ya sabía que a ti no te íbamos a poder sacar nada, y menos por la fuerza. Pero había que intentarlo. Yo que tu le empiezo a rezar a tus ancestros –dijo con maldad.
Me miró unos segundo y dijo.
–ya veremos si tu compañero tiene la misma resistencia que tú.
Entró la misma bestia del bosque a la carpa. La general le susurro algo. La bestia rió y salió nuevamente sin antes decir "a sus ordenes señora mía".
Inferne la que estaba loca como una cabra examinó el collar. E intentó retirarle la piedra que descansaba en su centro. Sin mucho éxito.
Se dirigió hacia mí.
–no puedo creer el poder que se le a otorgado a una niña. ¿Tu padre hizo este collar, verdad?– la miré con odio– bien, sorprendente en realidad.
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La Quinta Gema Del Infierno I
FantasyHace mucho tiempo, antes que la civilización tomará lugar, el mundo era reinado por el mismo infierno. Se eligieron cuatro gemas, estas fueron regaladas a los cuatro reyes y reinas del infierno, cada Gema tenía una fase que llegaría a cambiar el me...