La Quinta Gema Del Infierno I

El Lago De Las Almas

Afra.

-¿Afra..? -recite su nombre con cuidado como si decirlo haría que se fuera.

Mi voz tembló.

Que diablos...
¿Que estoy viendo? No. Ella está muerta. Murió. No existe. Te están engañando.

Pero sabía que lo que me decía era mentira. Estaba viva y la tenían cautiva.

-sarahi no... -sollozo Afra.

-No la detuvo Inferne, apretando más la daga que llevaba contra su cuello, haciéndola callar -no digas nada. Verás Sarahí. Traigo otro juego para tí. Tú usas tu poder para alejar a las cosas esas que están bajo el agua, mientras él -apunto con la barbilla a Kane -consigue la gema. Trabajo en equipo ¿No es maravilloso? Ah y claro, olvide la parte en la que me dan la gema. Si no... Esta gran líder muere.

-te odio -maldije con todo el veneno del mundo -te odio.

Habían unas lágrimas de rabia que se estaban formando bajo mis ojos.

Era ella. En verdad era ella.
Afra. Mi... Mi madre.

-no se cómo... No sé cómo controlarlo -enfrenté.

Dioses santos si tenía que sacrificar el plan entero para salvar a Afra; lo haría. Y ni siquiera me arrepentiría.
Parada ahí, con una daga alrededor de su cuello. Con moretones en su morena piel. Con Inferne custodiandola y usándola como carnada.
Ahora entiendo a Kane, el terror en sus ojos y su impulsividad en salir corriendo y mandar todo el plan por la borda para salvar a su hermana. Yo haría lo mismo y peor. Porque yo no sentiría remordimiento, no si ella estaba bien.

-ni lo sueñes -bramó Chris -la gema se queda con nosotros.

Por un momento olvide su existencia. No voltee a verlo, pero me imaginaba su expresión. Una mirada desafiante llena de amenazas que de seguro cumpliría, el cejo tan frunsido que sus rubias cejas podrían tocarse.
Inna gruño en respuesta, concordando con Chris.

Sentí que alguien se adelantaba hasta quedar a mi lado, sin tocarme. Sabía que era Kane. Y también sabía lo que haría.

Porque, la familia... La familia va primero.

Tome aire cortadamente intentando calmarme, a mi, y a mis impulsos de decapitar a Inferne.

Mire a mi lado.

No sé cómo pude mantenerme en calma. Supongo que Afra no parecía real y todo estaba tan mal que parecía una mala broma.
Pero sabía lo real que era cuando miré a Kane y el también lo sabía al igual que mi decisión.

Pocas veces doy mi brazo a torcer y me di cuenta entre lágrimas de rabia e impotencia, que está no iba a ser la excepción. Me di cuenta al mirar en esos cristalinos y tormentosos ojos, que ellos...

Da lo mismo.

Si para liberar a Afra, tengo que darle la gema a Inferne; le haré creer eso.
Cerré los ojos con fuerza, como si eso me hiciera despertar y que todo esto había Sido solo un mal sueño.
Pero eso no iba a pasar. Todo esto era real, tan real que la realidad me cortaría con mi propia katana.

Abrí los ojos, lentamente, sabiendo lo que tendría que hacer.

-lo haré -declaré.

Chris salto contra mi de inmediato.

-no, no lo harás -dijo furioso -no juegues con fuego Sarahí. La vida de tu líder no es nada comparado con la vida de el mundo entero ¡Familias! ¡Niños! Todos morirán por tu egoísmo.

-yo nací del fuego -lo enfrenté cara a cara. Mis dientes estaban tan apretados que apenas modulaba -no hables de un mundo entero cuando ya casi no queda mundo que salvar.