Capítulo Cuatro

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Clase de Astronomía.

Capítulo dedicado a quien siempre a estado para mi, en buenas y malas. 

    Daniela

-Bueno supongo que su reacción sería la esperada -dijo Coral.

-Venga ya, al menos lo intente y si no me perdono pues puedo vivir sin su perdón, ni que fuera el rey del mundo para preocuparme tanto, así que uno más a mi lista de no favoritos. -dije con tono burlón- y a parte tengo cosas más importantes de las cuales preocuparme.

-Bueno en eso si tienes razón, pero será mejor que me vaya porque tengo entrenamiento con las porristas -dijo sin más y me dio un beso en la mejilla para darse vuelta e irse.

Era obvio que Coral estuviera en el equipo de las porristas pues es una chica bellísima, sus ojos son de un gris tan precioso, su piel es tan blanca como la nieve y su cuerpo que ni que, porque realmente es un cuerpo con la complexión correcta y que cualquiera que la viera quedaría hechizado de ella, y a pesar de conocerla desde hace 10 años -aunque sea yo un año mayor- tengo la fortuna de conocerla lo suficientemente bien para saber por todo lo que a pasado y creo que ella merece hacer algo que la haga feliz realmente.

Después de que se despidió me dirigí a la salida pues mis clases ya habían terminado, fui directo a la moto Suzuki la cual era una GSX250R en color blanco y negro y ese fue el ultimo regalo que tuve de mi padre así que lo cuido como un tesoro.

***

Cuando llegué a mi casa la única persona que se encontraba era mi hermana Yamil, aunque suelo decirle Duendecillo pues es un apodo que le puse cuando ella era una bebé.

-Duendecillo, ¿Qué tal te fue hoy? -le di un beso en la frente y me senté con ella.

-Muy bien, aunque en el homenaje una niña se desmayó.

Me tuve que aguantar las ganas de reír porque la imagen de la niña vino a mi cabeza – sí, bueno eso pasa cuando no almuerzan bien.

-Pero si yo no almuerzo -dijo y se tapo la boca como si no debía de haberlo dicho.

-¡Hey!, entonces le diré a mamá que no te de dinero porque no almuerzas en la escuela, pero ahorita no estoy para discutir, tengo que hacer un mapa estelar para astronomía, así que dime que se te antoja comer para que lo haga y me pueda ir a hacer mi mapa.

-Quiero albóndigas -dijo y me dio una sonrisa.

-Vale me parece perfecto. Solo voy por las cosas y ya las hago.

Fui a comprar lo necesario para poder hacer la comida no me tarde tanto tiempo así que en cuanto llegué comencé a hacer, no tardo ni hora y media en estar así que comí con mi duende y al terminar me fui a mi habitación.

***

Termine el mapa después de unas dos horas de una búsqueda para que quedara perfecto, aunque en astronomía realmente suele irme muy bien; aunque realmente tengo la fascinación de ver las estrellas desde pequeña. 

-Duendecillo, me tengo que ir; voy a regresar como a las 9:30 para que le digas a mamá y no se preocupe y por cierto ella no tarde en llegar, pero como ya terminaste tus deberes sube a tu cuarto y te vas a la cama, voy a cerrar con llave y no salgas de tu cuarto hasta que mamá toque tu puerta y te diga que es ella. ¿ok? -dije y ella asintió- le dije a la vecina que te echara un ojito por cualquier cosa, ella me avisa -sin decir más salí de la casa y me dirigí hacia la escuela, se preguntaran ¿Quién demonios va a la escuela a las siete de la noche?, bueno pues yo junto con otras tantas personas vamos a esa hora.

Siempre Veremos Las Estrellas (En Proceso)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora